El poeta nicaragüense Ernesto Cardenal ganó el XXI Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, uno de los más importantes y prestigiosos de este género que conceden el Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca.

Cardenal recibió el galardón tras imponerse en unas deliberaciones muy reñidas del jurado, en las que quedaron como finalistas los españoles Antonio Colinas y María Victoria Atencia.

El jurado que lo distinguió estuvo integrado, entre otros, por José Manuel Blecua, director de la Real Academia Española, y los escritores Antonio Lobo Antunes, Soledad Puértolas, Luis Antonio de Villena, Jaime Siles y Luis Alberto de Cuenca.

Se convierte así en el vigésimo primer escritor en inscribir su nombre en el palmarés de este premio, que reconoce el conjunto de una obra de un autor vivo que por su valor literario constituye una aportación relevante al patrimonio cultural de Iberoamérica y España.

El premio concedido al nicaragüense rompe la regla no escrita de alternancia entre autores iberoamericanos y españoles, pues en 2011 la ganadora fue la cubana Fina García Marruz, una de las voces más destacadas de la poesía y la ensayística de la isla caribeña.