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El Telégrafo
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El cuarenta puso el ingenio en festividades capitalinas

El cuarenta puso el ingenio en festividades capitalinas
06 de diciembre de 2012 - 00:00

Los acordes del pasacalle, el vals y el pasillo en la voz del Trío Equinoccio, sumados a uno que otro toquecito de licor fueron el marco utilizado para engalanar la final del Campeonato Mundial de Cuarenta, que se cumplió el último martes en las instalaciones de la Unión Nacional de Periodistas (UNP). Con la garganta afinada, los gritos de “Viva Quito” llegaban a escucharse en las afueras de las instalaciones. 

El entusiasmo en su punto más alto permitió el desarrollo de algunas piezas de baile para calmar los nervios. Ahí  los  invitados especiales fueron la Reina de Quito, Silvana Di Mella, y su corte de honor. “Esta guitarra vieja” o el tradicional “Cantares del alma” pusieron las notas musicales para el delirio de alrededor de 70 personas, que se congregaron para apoyar a las dos parejas finalistas de un juego que lleva 44 años de tradición en las festividades de la capital.           

Un singular preámbulo con la lectura de las reglas del cuarenta, cuyos artículos provocaron risa al mencionar sucesos de la farándula y la política -no quedó exento el presidente Correa- incrementó la ansiedad de los jugadores.

Con un terno café y una camisa blanca, casi como un uniforme, se presentó la pareja conformada por José Cando y Vicente Ibarra. Del otro lado de la mesa estaban sus rivales, el venezolano Carlos Ramírez y el lojano Miguel Jaramillo, con ternos oscuros.   

En la presentación de los finalistas cada uno recibió aplausos de las barras que llegaron para ver la final. Los primeros fueron los delegados del tradicional barrio del Sur de Quito, Chimbacalle. Los segundos, la fiel representación de los denominados “chagras”.  

Y desde el inicio, los “foráneos” con caídas en seguidilla comandaron la partida. “Dos señor juez”, “Dos más por burro”, y “marido tiene”, fueron entre otras las tradicionales expresiones que se escucharon en voz baja.

Una diferencia de 10 puntos aseguraba la victoria de la pareja ecuatoriano-venezolana. Con un fondo musical de melodías tradicionales en fiestas de fundación, respiraban un poco los “foráneos”, que confirmaron el triunfo en la primera “chica” por 40-28. “Chica” es el nombre que recibe cada ronda en cuarenta: en campeonatos se busca ganar dos de tres.     

Para la segunda, los de Chimbacalle se recuperaron y pusieron drama al torneo, al emparejar el duelo con un 40-30.  En la “chica” definitiva, los nervios no cesaron, pero Cando e Ibarra lograron concentrarse e inscribir sus nombres como monarcas del torneo al vencer 40-34. Con eso se llevaron $ 2.000 de premio, mientras la pareja finalista sumó $ 600.

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