El director del Consejo Nacional de Cinematografía de Ecuador (CNCine), Juan Martín Cueva, y el cineasta argentino Juan Martín Hsu analizaron este martes los contextos de producción cinematográfica de Argentina y Ecuador. El diálogo se realizó en la Esquina de las Artes, en el marco de las charlas magistrales que realiza el Festival Internacional de Cine de la Orquídea, en Cuenca, hasta el 21 de este mes.

En su intervención Cueva resaltó las facetas que tiene el cine local desde las décadas del 70 y 80, y su transición a la actualidad. Según Cueva, en la del 70 el cine nacional tiene como principal objetivo contar una serie de procesos sociales. Estos se abordan principalmente desde el documental. En ese momento, el género empieza a consolidarse. Cada uno de ellos buscaba construir una imagen politizada, pues era una manera de tratar de escribir los procesos organizativos, políticos, de resistencia, de organización.

Por esa naturaleza no se visibilizaban muchos los autores individuales. Había más bien grupos de producción. Otra de las características de la cinematografía de esta época es que a pesar de que eran largometrajes, no necesariamente se estrenaban en salas. “Eran documentales de otra naturaleza que circulaban por otras vías distantes a los circuitos comerciales”, dijo Cueva.

Luego de ese período hay un vacío en la del 80, década en la que se registra únicamente la producción de varios cortometrajes, hasta la inserción de la producción extranjera en el país, con lo que los cineastas locales empiezan a pensar en un nuevo tipo de producción. Esta etapa también está marcada por la fundación de la Escuela Internacional de Cine San Antonio de los Baños, en Cuba, a la que acuden varios aficionados al cine que retornan al país para trabajar en la producción local.

Actualmente el panorama es distinto, luego de que en 2006 entrara en vigencia la Ley de Fomento del Cine Nacional. Ahora el debate que enfrenta el cine local está orientado hacia el público.  

Según Cueva: “el público finalmente, viéndolo de modo panorámico, se divide”. Con ello se refiere a los 250 mil espectadores que tuvo la película de la cineasta Tania Hermida en 2006 con su ópera prima, ‘Qué tan lejos’. Esa misma cantidad de espectadores habrían tenido las 13 películas nacionales que se estrenaron en circuitos comerciales en 2013.  

Según Cueva, esto responde a una falta de reflexión de los productores locales de lo que quiere ver el público. ¿Por qué el cine ecuatoriano está en esa especie de impasse en cuanto al público?

Según Cueva, la forma de ver cine ha cambiado, pues ya no únicamente existe la sala de cine para ser un espectador. Este sería un motivo para no alarmarse por la reducción del público de cine nacional.

Por su parte, Juan Martín Hsu comentó sobre su experiencia de cineasta en un país en el que se produjeron 160 películas en 2013.

En Argentina, la industria del cine también se ha desarrollado a partir de un fomento estatal, pero, comentó Hsu, está condicionado por otros factores. Uno de ellos son los derechos de los vinculados en el sector.

Por un lado Hsu manifestó la intención de los cineastas por romper el tipo de cine que se estaba trabajando en Argentina. Además, comentó la forma como el Festival de Cine de Buenos Aires (Bafici) motivó que una parte de las películas independientes que no tendrían cabida en los circuitos convencionales puedan tener un público que poco a poco se va constituyendo con otras propuestas.

A esto se suma la forma como actúa el sindicato de actores, con lo que se reducen los fondos para la producción.