El Telégrafo
Ecuador / Lunes, 25 de Agosto de 2025

“Nadie puede discutir la presencia de Dios, quien, aunque no tiene forma, no tiene imagen, ni goza de características humanas por su condición espiritual, existe y obra”, expresa Xavier Torres Jurado, quien presentó su obra “Mi corazón en las manos de Dios”.

La esperanza de vida que tenía Torres era muy baja, estaba atado a un respirador. Al toparse con las posibilidades de su muerte, afirma que fue su fe la que lo salvó.

Desde pequeño recibió una educación en valores y en especial arraigada a la creencia en Dios, fue estudiante del San José La Salle.

Su historia la cuenta en su obra, la cual retrata cada una de sus vivencias, angustias, expectativas y en especial todo lo que tuvo que pasar por su enfermedad.

La historia empieza en un viaje a Argentina, junto a su esposa Anita Fiallos. Pero sus planes cambiaron porque su enfermedad salió a flote. “Fueron 40 días que pasé con diagnóstico reservado, exámenes, ecocardiogramas, electrocardiogramas, hasta un cateterismo”, cuenta. El autor espera que su historia sea ejemplo para sus lectores.