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El manifiesto aparecería en the new york times

Más de 900 autores presionan a Amazon

Las editoriales de papel luchan por sostener sus ventas en el mercado, con rivales como Amazon y Google que buscan imponerse en lo digital. Foto: FOTO TOMADA DE fastcompany.net.
Las editoriales de papel luchan por sostener sus ventas en el mercado, con rivales como Amazon y Google que buscan imponerse en lo digital. Foto: FOTO TOMADA DE fastcompany.net.
09 de agosto de 2014 - 00:00 - Agencia AFP

Más de 900 autores firmaron una carta donde urgen al gigante estadounidense de las ventas en línea Amazon a poner fin a su disputa con el grupo editorial Hachette sobre los precios de los libros.

La carta abierta, iniciativa del exitoso escritor Douglas Preston, aparecerá en una página completa del The New York Times.

Allí los autores afirman que “no están eligiendo un bando” en la disputa contractual, pero que Amazon no debería tomar acciones que perjudiquen a los escritores, como boicotear a los autores de Hachette, enlentecer los envíos de sus libros u omitir descuentos.

“Pedimos a Amazon que resuelva esta disputa con Hachette sin hacer más daño a los autores y sin bloquear o demorar la venta de los libros a sus consumidores”, señala la carta, que circula desde julio.

Entre los firmantes figuran autores de grandes “best-sellers” como John Grisham, Stephen King, David Baldacci, Michael Chabon, Suzanne Collins, Michael Lewis, Jeffery Deaver, Anna Quindlen, Nora Roberts y Scott Turow.

Amazon ha generado críticas por sus agresivas tácticas, como desalentar a los clientes de comprar libros de Hachette sugiriéndoles que, en cambio, disfruten otra obra de otro autor.

El mes pasado, el gigante de la distribución adjudicó la culpa a Hachette, cuando aseguró que la editorial se opone a la política de bajos precios de los libros electrónicos vendidos a través de Amazon.

La página de internet indicó que su propuesta en estos casos es 35% para el autor, 35% para la editorial y el restante 30% para el distribuidor.

Normalmente, en el mercado del libro en papel, los autores reciben el 10% de las ventas y el resto se distribuye entre la editorial, la librería y la distribuidora.

“Esto funcionaría si nosotros le diéramos 70% del total de los ingresos a Hachette, y ellos pudieran decidir qué porcentaje de participación compartir con sus autores”, dijo Amazon en una entrada en su blog. “Creemos que Hachette paga una porción muy mínima a sus autores, pero ese no es nuestro asunto”, dice el blog de la empresa estadounidense.

La disputa de lo análogo vs. lo digital

La disputa comenzó en 2007 cuando Amazon –que ya era una importante librería y distribuidora de libros impresos– lanzó el e-reader (dispositivo de lectura) Kindle e ingresó en el negocio de los e-books.

Ese equipo fue el primero que permitió descargar libros en forma inalámbrica, a 9,99 dólares cada uno (por debajo del precio del libro impreso). Al público le gustó tanto la propuesta, que rápidamente transformó al Kindle en una suerte de ‘iPod de los libros’. Con la popularidad que ganó el dispositivo de Amazon, las editoriales empezaron a perder ganancias. En junio de este año, Hachette se negó a otorgarle más descuentos a Amazon.

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