Al parecer el primer concierto de la residencia de creación musical franco ecuatoriana Ashes To Machines, el 20 de octubre en Quito, no satisfizo sonoramente, en cuanto a la participación del artista Héctor Napolitano, ni a los franceses Jeff Sharel (DJ) y Julien Lourau (saxo), ni al público. Lo que cambió radicalmente en el cuarto concierto de ese taller-gira -pasó por Loja y Cuenca- la noche del jueves en MAAC Cine.
En el primer set, que se vio interrumpido por un receso para acomodar la computadora de Sharel y un desperfecto en los complementos eléctricos para el saxo de Lourau, sonó una música electrónica apreciada por los cerca de 100 asistentes, pero remasterizada por la guitarra de Napolitano y el piano del también ecuatoriano Daniel Mancero. Luego de su ausencia en dos temas, Napolitano volvió con fuerza a la guitarra y al tres en el segundo set.
Aupado por Sharel y Lourau en sus instrumentos y secundado por Mancero, Napolitano se robó, agradeciendo luego con un gran abrazo a los franceses, los aplausos al cantar y tocar “Cangrejo Criminal”, “Guajira a Guayaquil” y “El sonero se murió”.