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Ernesto Carrión: “Mi escritura es desobediencia constructiva”

Ernesto Carrión: “Mi escritura es desobediencia constructiva”
29 de noviembre de 2013 - 00:00

¿Quién es? Nombre completo: Ernesto Carrión. Nacionalidad: Ecuatoriana. Profesión: poeta y editor junto con Isabel Mármol de Fondo de Animal Editores. Foto: Eduardo Escobar | El Telégrafo

¿Cuál es su idea del canon y de lo canónico dentro de la poesía ecuatoriana?
El canon es una enfermedad que está vinculada con el aparato del Estado como eje de dominación. En estos momentos lo que debería hacerse no es canonizar sino apoyar a la difusión de espacios para la poesía y de las múltiples voces poéticas. El canon algo tan obsoleto como ridículo. Sin embargo, desde Quito la idea de un canon se ha manejado por décadas. Así, Jorge Carrera Andrade, Gonzalo Escudero y Alfredo Gangotena fueron proyectados como canon en su tiempo, y cada tiempo, desde las ambiciones del poder, buscan reordenar un canon. Canon que al llegar a los espacios educativos permite mirar la literatura solo desde una parcialidad limitada. Ahora, este canon no funciona si no tiene de su lado a las instituciones gubernamentales, educativas y culturales. Además, debe contar con el apoyo de los medios de comunicación impresos. Un ejemplo claro de cómo sobrevive el canon dentro de una sociedad está en que si usted le pregunta a alguien sobre quiénes son Jorgenrique Adoum y Benjamín Carrión le dirá inmediatamente que sabe quiénes son, pero al mismo tiempo le dirá que jamás los ha leído. Si le pregunta, por otro lado, a esta misma persona quiénes son Hugo Mayo y David Ledesma, no tendrá idea de a quiénes está usted nombrando.

¿Está usted denunciando una dominación sostenida por los aparatos que reproducen culturas y contenidos?
Siempre que estemos reproduciendo un canon estamos limitando nuestra propia diversidad literaria. Esta es una actitud peligrosa y fascista; y quienes pierden son los lectores que no acceden a la multiplicidad de contenidos que se producen en su propio país. Además, ¿cómo se pretende generar un canon en el año 2013, cuando existe tecnología libre generando información literaria las 24 horas? Imagino a los poetas canónicos como esbirros que reproducen los valores identitarios de una comunidad, con los que el Estado está de acuerdo, a través de sus versos. Esa sería la diferencia entre un poeta canónico y uno emblemático.

El poeta canónico reproduce las características de la identidad de un pueblo que el Estado permite y que no implica riesgo alguno. Esos poemas incluso se venden. El poeta emblemático, por el contrario, se rebela contra las metáforas y las formas simbólicas repetidas, alcanza un estado de trascendencia dentro de su propio ensamblaje lírico con el cual se protege del mundo. La poesía en toda su radical diversidad, y siempre que tenga calidad, debe ser bienvenida. Los lectores son quienes deciden a último momento qué contenidos prefieren leer, por eso no debe existir un canon que obligue a leer a poetas anquilosados en el poder, que ni siquiera alcanzan madurez reflexiva en sus versos.

Sus últimos poemarios hablan del sosiego familiar y la paternidad. ¿Es importante ese tipo de estabilidad en la vida de un escritor?
Mi escritura y yo nos hemos ido creando mutuamente, de un modo consciente e inconsciente, en un abrazo cósmico y a la vez pequeño. Mis últimos libros, los que están dentro de 18 Scorpii hablan sobre estos temas, porque están narrando precisamente la vida en la que me encuentro. De qué se trata la poesía entonces si no de sosiego y alarido dentro de la experiencia humana. Un poema sin un hombre que lo habite es como una mansión vacía, no sirve para nada. Yo prefiero entonces la cabaña iluminada llena de gente y de alucinaciones todos los días. Escribo para perderme, pero solo me encuentro escribiendo.

¿Cómo concibió el libro Viaje de Gorilas que acaba de ganar el Premio Jorge Carrera Andrade?
Este libro fue trabajado en un centro de tratamiento al que ingresé luego de un período de excesos y donde estuve por 3 meses en el 2010. Se trata de un cuaderno dentro de una obra de teatro que es arrebatado al personaje principal por una doctora italiana. Todos los personajes fueron mis compañeros de viaje durante esos meses. Por eso Viaje de Gorilas es un libro de sanación y de trascendencia colectiva; completamente lúdico, pues las situaciones que allí aparecen por momentos son terapias correctivas y lingüísticas. Y mi libro me fue arrebatado pero pude transcribirlo en otro cuaderno. La obra de teatro, que contiene el libro sigue inédita.

Usted publica mucho afuera y viaja muy a menudo a festivales internacionales de poesía. ¿Considera usted fundamental el mirar siempre fuera del terruño?
He tenido la fortuna de publicar afuera, así como de compartir con amigos y con grandes poetas en festivales de todo tipo. Esto ha sido siempre una alegría como una bella perdición un poco, pues una reunión de poetas es algo que siempre termina desbordándose en situaciones inimaginables. A veces me pregunto si los verdaderos festivales de poesía no suceden dentro de los cuartos de los hoteles donde los poetas leen de corazón, se emborrachan y se realizan confidencias. Allí falta un registro por hacerse. Desde el 2005 he tenido además la fortuna de compartir con poetas latinoamericanos, jóvenes y mayores, y así he conocido a grandes amigos (algunos que hasta ahora mantengo) y poesía hermosa y demente. Siento que presencié y formé parte de una poesía increíblemente fuerte, hecha por jóvenes, desde nuestras realidades latinoamericanas, y en defensa, contra una poesía aburrida y estrecha como es la que se produce en España desde hace mucho. Una poesía sin temor, sin censura, sin doctorados, que se arrojaba abierta, bisexual, fraterna, esquizoide, posmoderna, ambigua, fraudulenta, forastera y espontánea.   

Su proyecto de una pequeña boutique editorial especializada en poesía es ya una realidad. ¿Cómo se inserta Fondo de Animal Editores en el contexto editorial independiente latinoamericano?
Fondo de animal editores es un sello especializado en poesía concebido y trabajado por mi esposa, Isabel Mármol, y yo. A través de sus colecciones pretende publicar la poesía de vanguardia que se está haciendo en estos momentos en Latinoamérica. La colección Abraxas crea un puente entre dos generaciones permitiéndonos ver un mapa donde la experimentación, el riesgo y la lírica son expuestos de diversas formas. Se trata de libros biautorales. La colección Ave Roc está conformada por antologías de poéticas ya culminadas de autores iberoamericanos emblemáticos. Fénix real reedita libros importantes de poesía de autores ecuatorianos que dejaron de circular por diversas razones y que deben recuperar su vigencia así como lectores. La colección Quimera de traducciones que se inaugura este diciembre con el libro del poeta norteamericano Charles Bernstein. La colección Hipocampo de narrativa de poetas que publicará precisamente narrativa hecha por poetas.

¿Es verdad que pronto dejará de escribir poesía?
Cuando concluya con mi libro Materia Oscura, del tomo 18 Scorpii, no pienso escribir más poesía. El Vacío concluye allí. Y fue un acto de desobediencia constructiva. Lleno de juventud y de furia. Di lo mejor que pude y no quiero hacer libros que vayan de nada, solo por el mero deseo de publicar. Así que por ahora lo que veo es un nuevo camino, lleno de libros de poesía como editor, una nueva etapa como autor en la que pienso trabajar narrativa, al lado de mi esposa, mis hijos y de los amigos que a veces aparecen.

LOS GANADORES

Premio Joaquín Gallegos Lara, en cuento, fue para Pubis equinoccial, de Raúl Vallejo.

Premio Joaquín Gallegos Lara (novela) fue para Volcán de Niebla, de Jaime Merchán.

Premio David Guevara Mayorga (Infantil) para Cuentos del tío tigre, tío conejo y Juan Bobo (Edgar Allan García). Este mismo premio en novela fue para Me llamo trece, de Liset Lantigua y, en Ilustración fue para La diminuta voz, de Guido Chávez.

Premio Francisco Tobar García fue para Cupidus, de Jaime Boada. Y el premio José María Lequerica fue para El cholerío y la gente decente, de Manuel Espinosa Apolo.

Premio Isabel Tobar Guarderas (ciencias sociales) fue para La república del Sagrado Corazón, de Fernando Hidalgo.

Premio José María Velasco Ibarra fue para Constitucionalismo contemporáneo: teoría, procesos, procedimiento y retos, de Julio César Trujillo. Y el premio Enrique Garcés fue para Palmas ecuatorianas.

LOS PREMIOS SE ENTREGARON AYER EN QUITO

En una ceremonia desarrollada al mediodía de ayer se reconocieron las mejores publicaciones que se presentaron durante 2013. Esta se realizó en el auditorio de la Capilla del Museo de la Ciudad de Quito. Los premios son organizados por la Secretaría de Cultura de la capital y su entrega coincide con las celebraciones de fundación de la ciudad.

Al acto de ayer asistieron algunos de los ganadores, el alcalde de Quito, Augusto Barrera, y el secretario de Cultura, Miguel Mora. Entre los ganadores que pudieron asistir estuvieron Édgar Allan García, Ernesto Carrión, Raúl Vallejo, Guido Chávez, Jaime Boada y Patricio Vallejo.

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