Mágico Herrera es un artista  nómada que hace siete años lleva como equipaje su Caja Mágica, una producción en miniatura basada en la técnica de animación Lambe Lambe, que invita a espiar a través de un orificio la  trama de una pieza teatral.

Este fin de semana su propuesta se enfoca en La Trampa, donde se aborda la fragilidad de la vida y lo inevitable de la muerte sobre un ciclo natural que despertará bajas pasiones de un incontrolable asesino: el mal.

Se trata de un trabajo que ha cautivado a casi 12.000 personas en cada país donde lo ha exhibido. Nació en Cuenca, luego lo llevó a Quito y Guayaquil. En Colombia fue acogido en diversos festivales, además de estar por dos ocasiones en Perú; Chile también entra en esta lista y en el Festival de Chorlaví como vitrina para Francia. La próxima semana se presentará en Rusia.

La creación
El proceso de creación de la historia se produjo en 2015, cuando Herrera -de procedencia peruana- vivía en Cuenca. Aquí recordó la situación que vivió un colega limeño y a la que le sumó momentos de injusticias sobre la depravación, el morbo de los asesinatos por parte de delincuentes y hasta de políticos.

Hechos constatados en periódicos o televisión y que el artista quería desarrollar metafóricamente con imágenes en movimiento.

“La Trampa se centra en lo malévolo que puede ser un presidente, que puede ser Hitler o cualquier personaje que te atrapa, por eso es la trampa, para consumirte o llevarte en vida”, describió el director y productor de la Compañía de Teatro Apu y difusor del Movimiento Internacional Lambe Lambe (MILL).

En esta producción lo acompaña su discípula Carla León, limeña de 20 años, quien sigue la carrera de Artes Escénicas en la Universidad Católica de Perú.

“Me enganché a esta técnica porque estudio artes escénicas, especialmente actuación, porque también tenemos el uso de los objetos y para mí es todo un reto poder manipularlos. Me pareció súper interesante que desde una caja pequeña nosotros podamos interpretar muchas cosas con estos objetos”, manifestó la joven actriz.

“Cuando Mágico me contó la historia me pareció genial y se convirtió en un reto para mí el uso de los objetos, así que me animé y soy otra manipuladora”, sostuvo quien  comparte con Herrera la implementación de luces y manejo de elementos para contar esta historia protagonizada por un sujeto que podría atrapar a una persona en cualquier momento si no se reacciona a tiempo.

El origen de la Caja Mágica
Mágico Herrera se convirtió en padre a su paso por Ecuador, cuando residió en Cuenca con la madre de su hija Isalé. Durante los meses de gestación dejó la producción teatral para cuidar y atender el embarazo.

Mas el arte se le reveló como urticaria, al punto de tantear con las artes plásticas, desde dibujar lo que había a su paso hasta esculpir objetos desechables.

La evolución de su técnica tomó un largo proceso hasta   crear lo que él bautizó como la Caja Mágica. Su tamaño es de 20 centímetros cúbicos, donde adaptó elementos reciclables que manipula desde el exterior. La experiencia es unipersonal con la observación de la obra por un orificio y escuchando la música con audífonos por tres minutos.

En su ópera prima Pachamama - estrenada el 12 de julio de 2014- implementó  lentejas para recrear la tierra, además de flores y unas bolitas de madera como parte de sus personajes.

“Todas las cosas ahí metidas son cosas importantes para mí, alguien me las ha regalado”, reveló el productor sobre este trabajo que ha reproducido no solo con presentaciones, sino también en talleres, en los cuales los estudiantes crean las cajas mágicas y como semillas se asientan como propagadoras de la técnica del Movimiento Lambe Lambe.

La Caja Mágica presentará  La Trampa hoy y mañana,  desde las 19:00, en Pop Up de Urdesa, ubicado en Circunvalación Sur y Ébanos. (I)