La diplomacia y los talleres literarios fueron territorios que recorrieron Sergio Pitol y Miguel Donoso Pareja, respectivamente. Ambos fueron maestros y amigos de Juan Villoro y también fueron viajeros que el autor de Palmeras de la brisa rápida define como personajes comparables a los de las novelas de Joseph Conrad o Somerset Maugham. “Es curioso que hayan sido grandes aventureros”, le comentó el autor mexicano a Diario EL TELÉGRAFO.

Pitol tuvo una figura legendaria: había salido de México y se fue a vivir en el barrio chino de Barcelona, de allí zarpaba en un barco carguero y, en sus periplos, traducía libros pagando poco por navegar junto a mercancías. Así conoció el mundo. Donoso Pareja estuvo en la cárcel, militó desde la clandestinidad, se exilió y fue marinero. “Es curioso porque podrían haber escrito libros de aventuras, circunstancias extremas como las narradas por Hemingway, pero escribieron un tipo de literatura muy alejada de lo anecdótico. Miguel hacía libros que reflexionaban mucho sobre la forma misma de la novela, con estructuras muy complejas y Sergio hizo una literatura híbrida en que combinó la memoria con el ensayo y la ficción”, explicó. Sus anécdotas orales impactaron a Villoro antes que su escritura, que estaba ‘en otra parte’. (I)