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Casa de la Cultura Ecuatoriana mantendrá su matriz y activará núcleo en Pichincha

Casa de la Cultura Ecuatoriana mantendrá su matriz y activará núcleo en Pichincha
Foto: internet
24 de enero de 2016 - 00:00 - Redacción Cultura

Una comisión tripartita (conformada por miembros de la Asamblea Nacional, La Casa de la Cultura y el Ministerio de Cultura y Patrimonio) tratará la Ley de Culturas que se encuentra en el legislativo, para segundo debate y que se aprobaría hasta el próximo marzo.

La Casa de la Cultura (CCE) no perderá su carácter nacional, se ampliarán sus 23 núcleos provinciales, se mantendrá la casa matriz como ente coordinador y se reactivará el núcleo de Pichincha, que incluye 6 extensiones en barrios quiteños y cuyo presidente es Rubén Guarderas (miembro del Ballet Nacional), desde la administración general del escritor Marco Antonio Rodríguez. La CCE podrá elegir a sus propias autoridades, bajo una reglamentación que incluso coordinaría el Consejo Nacional Electoral (CNE) y sobre la que tendría voz un delegado del Ministerio de Cultura y Patrimonio (MCYP).

El presupuesto asignado a la CCE para 2016 es de $ 9 millones, 2 de los cuales van al Ballet Ecuatoriano de Cámara; mientras que $ 400 mil son para el Ballet Jacchigua. Desde mañana se debatirá el articulado que lleva 6 años en tratamiento, a lo largo de la gestión de 7 ministros de cultura y que incluiría condiciones excepcionales para artistas que quieran afiliarse al Seguro Social como una de sus propuestas.

Entrevista / Ana Rodríguez / viceministra de Cultura y Patrimonio

‘Ellos (la CCE) decidirán cómo programan, pero con criterio’

¿Qué rol tendrán los núcleos de la CCE cuando funcione el sistema nacional del sector?

Uno fundamental porque son los espacios de producción, difusión y circulación artística de las expresiones culturales. Se crea el núcleo de Pichincha porque la matriz de la CCE es eso y es el ejecutor en esa provincia, lo cual ha creado conflictos de intereses.

Se puede dejar un ente de coordinación o construirlo con las competencias de coordinación, si quieren llamarlo matriz no habrá  ningún problema. La rectoría solo la puede ejercer el Ministerio de Cultura y Patrimonio (MCYP) y eso es constitucional porque solo hay un rector en cada sector del Estado, no puede haber dos.

En las actuales leyes, hasta la Cámara del Libro tiene rectoría pero eso es letra muerta, no se puede aplicar.

¿La CCE mantendrá su autonomía?

Sí, en lo administrativo y financiero. Ellos decidirán qué hacen, cómo programan, pero con criterio. Es como las universidades que, siendo autónomas, tienen que ser evaluadas y tienen asignación de recursos por resultados de desempeño. Hay unas reglas del juego que enmarcan las posibilidades de acción, las cuales son definidas por el Ministerio de Cultura dentro de políticas públicas, con capacidad regulatoria. Defiendo eso porque, en el caso de cultura, hay una dimensión tan brutal que no pueden interesar determinados instrumentos en territorios donde hay comunidades diversas. El territorio tiene una demanda muy concreta en su reproducción cultural y eso es muy importante en las Casas de la Cultura porque tienen un alcance provincial, incluso con extensiones. Se pueden tener lineamientos generales pero los contenidos específicos van a estar siempre muy anclados al territorio donde las casas operan.

¿De qué forma se dará la gobernanza de los núcleos?

Se darán asambleas provinciales, inscritas en el Consejo Nacional Electoral (CNE), de forma abierta, que sean ciudadanas y elijan 3 delegados para el directorio provincial de cada Casa de la Cultura: quien lo va a presidir y dos vocales que tendrán que estar inscritos en el Registro Único de actores y gestores culturales del Ministerio de Cultura, que se va a ampliar, porque muchas de las cosas que van en la ley requieren de este registro.

En el directorio tendrá voz un delegado del MCYP que es el director zonal que está encargado de cada provincia. Eliminamos las direcciones provinciales, no van a competir con las casas, que es lo que hacen ahorita. Solo vamos a tener oficinas técnicas sin administrativo-financiero. (I)


Entrevista / Raúl Pérez Torres / presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana

‘La CCE debe ser la ejecutante directa de políticas culturales’

¿Quiénes son los representantes que la CCE enviará a la comisión tripartita de la Ley de Culturas?

A partir del día lunes diremos los nombres de los delegados de cada una de las 3 instituciones. Nosotros los elegimos en junta plenaria, con todos los presidentes de la Casa, de forma democrática. Trabajarán en conjunto con el equipo de Planificación. Lo más apropiado sería que nos reunamos aquí (en la CCE) o en la Asamblea, donde hay buenos espacios como para discusión y que vayan más actores culturales, sin secretismos sobre los insumos de la ley. Sí considero que debe haber un Sistema Nacional de Cultura (SNC) y que su rector sea el Ministro de Cultura y Patrimonio, pero que la CCE sea la ejecutante directa de esas políticas culturales.

¿Para eso habrá una reforma de los estatutos de la Casa?

Luego de la ley tiene que haber un nuevo reglamento pero también esa comisión tripartita tendrá que trabajar bajo la perspectiva de una Casa democrática, cada vez más necesaria en nuestro país. Hablo de la necesidad de que la integren una cantidad de personas y colectivos culturales que no han estado dentro de la CCE. Hay núcleos —y ahí sí hacemos nuestro mea culpa— en los que solo ha habido 20 o 30 miembros pero, ya en la junta, hemos hablado de la necesidad de que entren las nuevas expresiones de la cultura. Las tribus urbanas, nuevas tendencias musicales y colectivos culturales. Ahora estamos trabajando para niños y jóvenes de manera masiva.

Al ser el Ministerio de Cultura el ente rector, ¿qué condiciones tiene la autonomía de gestión de la CCE?

Es imposible que a un espacio público como la Casa le impongan, de repente, qué se tiene que publicar o exhibir, a quién rendir homenajes. Esa es la situación de autonomía de gestión, que nosotros podamos hacer responsablemente toda la actividad literaria para presentar el pensamiento ecuatoriano en sus diversas manifestaciones.   

Hemos llegado a un acuerdo con Guillaume Long sobre la transparencia de la autonomía, porque cuando hablamos de esta sabemos que hay un control de la Contraloría, del Ministerio de Finanzas pero la de Gestión es la que imparte la CCE desde su Presidencia y Comité Ejecutivo.

Los núcleos reemplazarán a las direcciones provinciales de cultura que administra el Ministerio...

Eso parte de otro síntoma del fracaso del Ministerio de Cultura: esas direcciones han servido absolutamente para nada y han estado tratando de duplicar las actividades de los núcleos, que se ampliarían bajo actividades de la cultura y no burocráticas. (I)

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