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Parque Samanes, una opción para el sano entretenimiento en Guayaquil

Las canchas sintéticas de fútbol son el área más concurrida del parque.
Las canchas sintéticas de fútbol son el área más concurrida del parque.
Foto: El Telégrafo
28 de julio de 2019 - 00:00 - Emilia Sánchez

José Luis Bravo tiene 35 años y se apresura a guardar su bicicleta, sus equipos de comunicación y la indumentaria que usa de 09:00 a 18:00. Inmediatamente corre a una de las canchas de  fútbol para completar el equipo que lo espera para iniciar el juego.

La diferencia de este “peloteo” con el de otras canchas es que está conformado por guardaparques, personal administrativo, técnicos e incluso personal de limpieza de las instituciones que tienen oficinas en el Parque Samanes, norte de Guayaquil.

Todos ellos se congregan los viernes para “liberar el estrés de la semana”, una vez que cumplen con su horario asignado de trabajo.

Es común ver a familias y amigos que disfrutan de las áreas verdes de este espacio, pero “cómo no hacerlo de sus atractivos cuando se sale de trabajar”, comenta Carlos Moreira. Mientras se seca el sudor luego de hacer un gol, recalca que “es lo mismo que hacen otras personas, solo que a nosotros nos queda aquí mismo”, destaca.

Más que por ocio, este lugar es visitado por prescripción médica, como lo hace Gabriela Melendres, a quien su doctor le recomendó que el lugar era ideal para largas caminatas. Ella  tiene 40 semanas de embarazo y aún no le aparecen las contracciones.

La mujer camina lentamente y con cuidado por los senderos aledaños al estadio Christian “Chucho” Benítez mientras imagina cómo será el rostro de su niña a la que llamará Ivana.

Poco después se encuentra con una amiga que ya tiene dos hijos y que le comparte sus experiencias como madre, mientras maniobra con los niños que instan a que les compre los juguetes y golosinas del lugar. Melendres se intimida un poco y se toca su barriga comentando dudosa si logrará tener “esa habilidad”.

Las 851 hectáreas son aptas para  fútbol, basquet y atletismo, entre otros deportes.Las 851 hectáreas son aptas para  fútbol, basquet y atletismo, entre otros deportes. Foto: El Telégrafo

Cerca de ellas, un grupo de muchachos, entre hombres y mujeres, llegan apresurados hasta las canchas sintéticas para “no perder el turno”.  Si no están a tiempo cuando acabe de jugar el equipo que los antecede “le dan la cancha a otros”, comenta Fernando Sánchez, de 25 años, quien “armó un peloteo” con sus primos gracias a un chat de WhatsApp.

Todos ellos esperan que termine su jornada para el encuentro. Daniela Quimí es menor que Fernando Sánchez con un año y prácticamente “bajó” el cerro Santa Ana, luego de cerrar la guardería en la que trabaja. Llegó “con las justas” al parque. Para ella es “chévere” jugar pelota con sus primos, pues se siente cómoda de no ser “tachada como machona” por hacerlo. Sin embargo, ella tiene su equipo con quien se reúne dos veces por semana en Durán, en una cancha cercana a su domicilio.

Lissette Flores es otra integrante del chat de los primos. Ella en cambio estudia en la universidad y al salir de clases acude al encuentro esperado y acordado hace más de dos semanas. Coordinar la fecha y hora “fue difícil, nadie podía y siempre se chocaban los horarios”.

Jonathan Flores es su hermano y se pone algo sentimental. Dice que está feliz de participar en el encuentro. “Casi no los veo por los compromisos que tengo con el trabajo; así recordamos cuando éramos chiquitos”, sostuvo el joven de 22 años de edad.

Llega el momento de instalarse en la cancha y todos se ubican en sus puestos estratégicos para jugar durante una hora, entre bromas, enojos y risas en los cruces del balón y tapadas de gol.

De esta forma el Parque Samanes se vuelve un punto de encuentro y entretenimiento que cobra vida no solo en las mañanas, sino también por las noches.

Las puertas de este parque, considerado el más grande del país, se abren a las 06:00 y se cierran a las 23:00. En los exteriores se instala un pequeño ejército de vendedores de chuzos, canguil, bebidas gaseosas, abrigos, gorros y juguetes, que son prácticamente puestos en las manos de los niños para garantizar la compra, evitando así un berrinche para sus padres.

Una flota improvisada de taxis y buses urbanos espera que una cantidad considerable de pasajeros se suba y así ir “llenos” hacia su destino.

El Parque Samanes cuenta con 2’245.000.000 metros cuadrados (851 hectáreas). Tiene 74 canchas para diferentes disciplinas deportivas, sin tomar en cuenta la del estadio. En 2018 tuvo 1’560.507 visitas, y en lo que va de 2019, 1’069.099. (I)

Para acceder a las canchas   debe ingresar el  grupo  a jugar. No se entrega a una persona.Para acceder a las canchas debe ingresar el grupo a jugar. No se entrega a una persona. Foto: El Telégrafo

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