Dieciséis kilómetros de esfuerzos físico y mental de sur a norte
Son casi las seis de la mañana del domingo. Decenas de corredores comienzan a llegar a la Base Naval Sur de Guayaquil para intervenir en una carrera que se organiza desde 1988 y que ha ido ganando centenares de competidores en la última década.
En el lugar hay una tarima donde un instructor guía a los deportistas en estiramiento y calentamiento de músculos antes de la largada pactada para las seis y media, aunque todo indica que será retrasada unos minutos en honor a los que llegan tarde, ya sea porque no se levantaron a tiempo o porque tuvieron problemas para movilizarse. La carrera es la parte final del proceso que conlleva una serie de entrenamientos diarios (o casi): alimentación adecuada y descanso no solo el día previo a la competencia.
Mientras unos realizan trotes suaves dentro de la Base, otros llegan corriendo por temor a salir entre los últimos en la partida. Faltan 15 minutos para las siete y legiones de adolescentes y adultos en la práctica de esta especialidad se alistan, mientras los organizadores anuncian que las mujeres saldrán unos minutos antes y que por tanto deben ubicarse adelante. Algunas se enteran tarde, se agarran de las manos y van pidiendo espacio entre los hombres para llegar al arco inflable.
Al poco rato los hombres parten, unos casi volando sobre el asfalto, otros corriendo lo más rápido posible y el resto con un trote ligero para asegurar su arribo a la meta. La explicación de cada estrategia se resume en los distintos tipos de corredores: los que están en condiciones de ganar, los que anhelan mejorar su marca y los que solamente aspiran a terminar la prueba.
Cada uno fija su éxito a su manera y disfruta de una carrera que atraviesa la ciudad: pasa por las avenidas 25 de Julio, Pío Jaramillo, Domingo Comín, Eloy Alfaro, Malecón, el túnel, Pedro Menéndez Gilbert y la Base Naval Norte. A pocos metros de la meta, hasta el más extenuado ensaya su último pique para ganar milésimas de segundo o no dejar pasar a quien puede vencerlo. (I)