Publicidad

Ecuador, 29 de Marzo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Un domingo de ciclopaseo por las calles de Quito

Las ramas de los árboles se mecen de extremo a extremo, el viento sopla con insistencia mientras los rayos solares golpean sin cesar sobre quienes disfrutan de un domingo de ciclopaseo por las calles de Quito.

Recorrer en bicicleta la Av. Galo Plaza de norte a sur es toda una odisea, sobre todo si llevas una gorra para protegerte de la intensidad del sol porque la corriente del aire que va en contra se la puede llevar con facilidad.

Por eso es necesario tomar pausas en el recorrido, ajustar la indumentaria y continuar mientras disfrutas de sorbos de agua que parecen manantiales en medio del desierto.

Con todo listo nuevamente pones en marcha el “caballito de acero” para continuar la travesía, mas hay otro problema que no se lo ve, pero se lo siente, las pequeñas fisuras que se encuentran en la vía y que te hacen saltar más de lo pensado.

Entonces el ciclista hace alarde de su habilidad en el volante para esquivarlas y seguir el recorrido. A lo largo del trayecto kioscos improvisados expenden jugos naturales para calmar la sed, mientras otros ofrecen comidas saludables y nutritivas como los chochos con tostado.

No faltan los helados para aplacar el calor que al mediodía bordea los 28 grados centígrados que son evidentes en las gotas de sudor que resbalan por las mejillas de quienes recorren por la vía del ciclopaseo. Las modelos aprovechan los semáforos para dar a conocer las marcas y regalar muestras de los productos.

Los dispensadores de agua potable embotellada, o los que se encuentran en las veredas son el punto de encuentro entre ciclistas, peatones y cachorros.

Se hace necesario acelerar el pedaleo porque a las 14:00 la tranquilidad para conducir las bicicletas por las calles se termina y las vías nuevamente son abiertas para los automotores.

Así concluye un día domingo de ciclopaseo de seis horas ininterrumpidas en las que el smog no aparece, ni el estrepitoso sonido de las bocinas que tanto afectan la salud humana. (I)

Contenido externo patrocinado