Bolivia amaneció ayer fría como siempre y más triste que de costumbre luego de sufrir una derrota desalentadora en su debut futbolístico ante Panamá, en la Copa América Centenario que se efectúa en Estados Unidos hasta el 26 de junio.

Espacios deportivos, radiales, televisados y prensa escrita del país del altiplano reflejaron el fracaso de la Verde, como es apodada la selección nacional, en un juego que pudiera haber sido mejor, de aprovechar al máximo las oportunidades en el minuto justo.

Una vez más el director técnico del conjunto boliviano, Julio César Baldivieso, recibe una ráfaga de críticas que lo responsabilizan con el revés sufrido en un partido que quedó sellado 2-1 a favor de los centroamericanos, que son dirigidos por el estratega colombiano Hernán Darío Gómez, extécnico de la selección ecuatoriana.  

Principalmente las emisoras de radio le cuestionan jugar con una formación inédita y lejos de los cálculos de los expertos, dejando en el banco de reserva a figuras más experimentadas y que, en opinión de muchos, deberían ser titulares seguros en la Copa.

Tal decisión -de poner a prueba una nueva generación de futbolistas- dejó fuera del campo al volante de contención Wálter Veizaga y al creativo Raúl Castro, acto casi temerario para algunos que provocó que el medio campo luciera sin ideas y sin marca.

El cansancio y la falta de tiempo para preparar adecuadamente un elenco nacional fueron las claves que definieron la derrota, lamentó Baldivieso en la rueda de prensa posterior al partido.  

“Lidiamos de igual a igual con una selección que lleva mucho tiempo jugando de la mano del ‘Bolillo’ Gómez. Yo espero que este proceso no pare, porque el partido mostró que estamos en el camino correcto”, acotó Baldivieso.  

“Lo más destacable es que pasamos a jugar como tiene que hacerlo  Bolivia, con intensidad y tratando bien la pelota”, concluyó Baldivieso. Bolivia enfrentará el viernes (18:00) a Chile. (I)