Qué tal si los hombres se reunieran para conversar sobre sus experiencias como padres o si los padres primerizos recibieran consejos de sus amigos y compañeros de trabajo que ya han vivido esta experiencia sobre cómo cambiar el pañal a un bebé, cómo preparar un biberón, y qué cocinar durante la dieta de su esposa después del parto? ¿Qué tal si leyeran las 3 ediciones completas de Cómo criar a tú bebé?

Sería excelente, pues se trata de que los papás entiendan que su rol no tiene que ser el mismo que el de su progenitor o de su abuelo.

La Constitución del Ecuador aprobó en 2009 la Licencia por paternidad para que los padres asuman la crianza de sus hijos desde los primeros días de vida. Además, para que al igual que las mujeres, durante el permiso de maternidad, los hombres compartan con su pareja el cuidado del bebé. Esa era la idea pero —al parecer— no todos hacen un buen uso de esta licencia.

Diez o 15 días es un tiempo muy corto para que un hombre aprenda realmente a ser padre. Eso le puede llevar toda la vida. Pero sí logrará construir un vínculo con su hijo.

Según la psicóloga Sandra Ruiz la Licencia por paternidad es un tiempo que legalmente se otorga al progenitor para que forme parte de la vida del niño: “Estos primeros días deben ser aprovechados para que el padre conozca al bebé, conozca a la familia y llegue a conocerse a sí mismo”.

Según la Organización Internacional del Trabajo, Noruega otorga 112 días; y Eslovenia e Islandia, 90 por licencia de paternidad.La relación padre e hijo funcionará si el hombre apela a su sensibilidad, si se despoja de esa masculinidad tradicional. “El puro macho, el duro entre duros, es esencialmente no apto para la paternidad”, explica la filósofa Elisabeth Badinter. La autora del libro XY La identidad masculina sostiene, también, que el fin del patriarcado marcó el inicio de una nueva forma de paternidad, pues antes el patriarca “encarnaba la ley, la autoridad y la distancia (…) Los padres abandonaban a los bebés. Se daba por sentado que el pequeño era propiedad exclusiva de la madre, y por lo tanto el inicio de la vida transcurría en la casi ignorancia del padre”.

Se solía ver a la mujer —hay quienes mantienen esta idea— como la única que tiene a su cargo de cuidar, educar y dar afecto en el hogar; la encargada de permanecer en casa para velar por el bienestar no solo de los hijos, sino también de su marido; laresponsable de que todo en la familia marche bien, mientras él provee los alimentos.

En la práctica esto ha cambiado un poco. Según la psicóloga Luz Manzano, hoy en día los papás se sienten más comprometidos con la crianza de los hijos. Algunos buscan romper esos modelos paternales en los que crecieron: un padre frío, distante y autoritario. De ahí por qué hoy se ven más papás compartiendo las tareas del hogar. Ya no es tan raro, como antes, observarlos lavando la ropa del bebé, limpiando la casa y preparando la comida.

Sin embargo, estos hombres reciben sanciones sociales. Nunca falta el que les llama ‘mandarinas’ o los amigos que les aconsejan que “no se queden en casa, que eso es para mujercitas”, pero también están las madres ‘atentas’ para controlar que sean las esposas quienes atiendan y sirvan bien a sus hijos y nietos. Pero, pese a toda esta presión social, en la actualidad muchos asumen la paternidad como una tarea compartida. También existe otra realidad, hay hombres que utilizan este tiempo para salir de vacaciones, terminar el trabajo pendiente o pasarla con sus amigos, mientras su compañera o sus madres se encargan del recién nacido.

¿Las mujeres de la casa quitan responsabilidades al padre o él no la asume, se ‘hace el loco’ y se va?

Según Édgar Vega, máster en Periodismo y Comunicación, el cuidado de los hijos es muy difícil de negociar. A la mujer se la ha construido social y culturalmente como la encargada no solo de los hijos, sino de toda la   familia, incluida su pareja. A los hombres se les ha negado su derecho a cuidar y se les ha imposibilitado asumir esta tarea. “No pueden hacerse cargo de otras vidas”. Muchos siguen los roles tradicionales para ‘lavarse’ las manos y dejar toda la responsabilidad a la mujer.

La Licencia por Paternidad en Colombia es de 8 días; en Brasil, de 5; en Paraguay, de 3; en Argentina, de 2;  y en Chile, de 5 días.¿Para qué queremos tener al padre en casa?, se pregunta Édgar Vega. Aunque se muestren más sensibles, más apegados a sus hijos, aún se mantienen muchas tradiciones que infunden el machismo. “Los padres están dispuestos a ‘compartir’ con la madre pero no a invertir los papeles”, parece contestarle Badinter.

Papás y mamás mantienen varios roles culturales sobre la feminidad y la masculinidad con los que educan a sus hijos: el hombre es más fuerte y no llora, la mujer es más delicada y de su casa. Si eso se sigue al pie de la letra, ¿cómo esperamos que los hombres cumplan nuevos roles en el hogar?

Un padre responsable con el cuidado de sus hijos, que demuestre otras sensibilidades, sería un gran paso para construir otra sociedad, una nueva generación más igualitaria y respetuosa. Con la Licencia por paternidad, Ecuador reconoce la responsabilidad del padre con el recién nacido; ya no es una tarea solo de la mujer. Esta medida necesita ir acompañada de cambios culturales. El cuidado del padre hacia su hijo no depende —al menos no debería— de un permiso, sino de una decisión profunda para construir nuevas formas de convivencia. Es una oportunidad de crecimiento entre los miembros de la familia y las sociedades.

TESTIMONIOS

‘Estoy enamorado de mi hija’

Cuando tuvo a Julieth Anahí entre sus brazo le nació el sentimiento de cuidarla y protegerla. Apenas egresó de la universidad se enteró que su pareja, Katherine, estaba embarazada: “Al principio fue complicado porque no éramos enamorados formalmente, pero cuando mi hija nació todo cambió”. Durante el embarazo mantuvo una relación con otra mujer con quien decidió terminar para dedicarse a su pequeña. A pesar de que formalmente no se acogió a la Licencia por paternidad, la veía pasando un día. Le cambiaba los pañales, la alimentaba y llevaba al médico. Volvió con Katherine para juntos criar a su hija.

Ser padre le ha traído mucha felicidad, pero también muchas preocupaciones. “Estoy enamorado de mi bebé. Quiero darle un futuro mejor y diferente del que me dio mi papá, sobre todo afectivamente”.

Gabriel Vizcaíno, 25 años

‘Mi esposo es un gran hombre’

Su hija Valentina nació con la bilirrubina alta. Pasó hospitalizada una semana. Estos duros momentos los vivió con su esposo. Él recibió 10 días de permiso por paternidad en su trabajo. Ese tiempo se dedicó a colaborar en el hogar: lavaba la ropa de la pequeña, cocinaba, limpiaba la casa, preparaba coladas para que Carolina produjera leche y le cuidó la dieta. Aunque vivían en casa de su madre, él se encargó de absolutamente todo. “Él me levantaba para que le dé de comer a Valentina. Cuando dejó el seno, él preparaba el biberón y la alimentaba”. A los 7 meses dejó a su pequeña al cuidado de su suegra y retomó el trabajo. “Mi esposo es un gran hombre y buen compañero; en la Licencia aprendió el dolor de una madre y el cuidado del bebé”. Y al parecer la tarea de padre no se redujo a esos 10 días: “Él siempre colabora en casa”.                

Carolina Ambuludi, 21 años

‘Es un sueño ver a mi bebé’

Su esposo recibió 15 días de permiso por paternidad debido a que Cristina tuvo a su hijo Sergio por cesárea. Para ella la labor del padre en esta etapa es importante porque la mujer está muy susceptible y necesita de todo su apoyo. Él se encargó de atender a las visitas y de ayudar a su suegra, quien cocinaba y lavaba la ropa del bebé. También le daba el biberón cuando no quería coger el seno. Dice que esta licencia le sirve a los hombres para conocer lo duro que es para una mujer, física y emocionalmente, tener un bebé: “Aprenden a ser solidarios con nosotras y a hacer las tareas domésticas”. Ella decidió quedarse en casa un año para criar a su hijo. Su esposo sí regresó a trabajar. “A veces digo que no merecía un regalo tan hermoso. No puedo describir algo tan bello. Huelen tan delicioso que te dan ganas solo de abrazarlo y besarlo”.

Cristina Acosta, 32 años

‘Alegría verlo por primera vez’

“No podría definir qué sentí cuando Adrián nació, era entre preocupación y felicidad”. Estuvo 4 años con su novia Carolina cuando se enteraron que estaba esperando un bebé. Enseguida se casaron. En su trabajo le dieron 7 días de permiso porque no avisó con la suficiente anticipación sobre el embarazo y no consiguieron un reemplazo. Visitaba a su esposa en la casa de sus suegros. Cuidaba al bebé, jugaba, le hacía ejercicios de estimulación y le cantaba. Pero gran parte del tiempo se dedicó a adecuar la casa de su padre. Ahora viven ahí. Perdió a su madre a los 10 años, desde entonces han sido solo su padre y él, no tiene hermanos y jamás tuvo una madrastra. “Yo voy a ser un padre abierto. No quiero que sea tan dependiente de nosotros porque puedo morirme mañana”. Ama a su hijo pero dice estar consciente de que algún día se va a ir de su lado.

Manuel Astudillo, 22 años

Consejos para ser un nuevo padre en casa

• Apóyese en su esposa, piense y decida qué va hacer durante la Licencia de paternidad, cómo quiere vivir esta experiencia.

• Empiece esta etapa con una nueva mentalidad: “Voy a ser padre y quiero disfrutarlo”.

• Preocúpese por los cuidados tanto de su hijo como de su pareja.

• Juegue con el pequeño desde su primer día de vida.

• Deje que su bebé se duerma en su pecho, dicen que así el niño escucha y se conecta con los latidos del corazón.

• Acaricie a su hijo, tóquelo, nárrele cuentos, cántele y converse con él.

• Mire cada uno de los detalles de su cuerpo, de su rostro. Contémplelo.

• Parejas, amigos y familia, valoren y no juzguen la sensibilidad del padre.

Recomendaciones de la psicóloga Luz Manzano