Quizá no lo haga. Seguramente ni siquiera mencionará a ese “periódico electrónico” en su larga lista de medios y periodistas de “investigación” que esta semana recibieron el “merecido homenaje” por parte de ese gremio.

Es posible que algunos de los integrantes de ese gremio (que con tanto afán ahora se reúnen y hablan, con absoluta libertad, de las supuestas amenazas a la libertad de prensa) tengan algo de vergüenza al escuchar o mencionar el nombre de ese “medio de comunicación” al que citan periódicos con poco sentido de responsabilidad.

Entendería que la UNP no lo haga, pero sí sería lógico y hasta coherente que la Aedep lo haga. Por una sola razón: diarios como El Universo, El Comercio, La Hora y HOY citaron a ese medio como una fuente confiable, creíble, de alta responsabilidad. Si lo hicieron y con ello “conmovieron” a sus lectores, expandieron la gran noticia, ¿por qué no lo integran en su gremio de periódicos del Ecuador?

Para quienes no sepan: esta semana ese medio electrónico (www.bananaleaks.com) publicó una “gran noticia”: Rafael Correa tiene dos cuentas secretas en Suiza. Para ello citó unos números de cuentas (1: BE 6414 3078 574852; 2: BE 6414 3078 5741 352). Tan burdo fue que varios especialistas reaccionaron y explicaron que si fuesen suizas esas cuentas, empezarían con las siglas CH y no con BE, según la normativa europea.

Y ese periódico (que ahora ya no aparece en la red y que provocó la reacción entusiasta de actores políticos como Martha Roldós, Emilio Palacio, Carlos Vera, entre otros) dijo también: “Una alta fuente del SRI dijo a BananaLeaks.com que Correa solamente ha declarado una cuenta bancaria personal de cheques en el estatal Banco del Pacífico, de Ecuador, y otra en el Code Bic Fintro, de Bélgica, país de nacimiento de su esposa, Anne Marie David Malherbe Gosselin y en donde la pareja posee bienes raíces, no todos declarados”.

Entonces, los periódicos de la Aedep presurosos citaron esa afirmación y no contrastaron. Dirán que se hicieron eco de una información de un medio de comunicación, como también lo justificó hace menos de dos semanas El País, de España, con una foto proporcionada por una agencia de noticias.

¿Por qué se hace esto en estos tiempos y con tanta ligereza? ¿Revela esa “metida de pata” algo más que una simple falta de control y una inadecuada contrastación y verificación de fuentes? ¿No fueron algunos de los periodistas de la UNP y de la Aedep los que criticaron lo hecho por El País al publicar una foto de una persona a la que hicieron pasar por Hugo Chávez en un quirófano?

Aventuro una respuesta a estas tres preguntas: lo hacen porque se olvidaron de hacer periodismo. Este oficio, que no es de ángeles ni de máquinas perfectas, tiene pasiones y produce contenidos, a veces con fallas y errores que las audiencias saben perdonar cuando ocurren por cierta negligencia mas no por mala fe. En este oficio, claro que sí, hay posiciones, pero siempre con un límite: la ética, la responsabilidad y todas las leyes no escritas del periodismo más profesional.

Lo hicieron para provocar la reacción verificada en las cuentas de twitter de otros periodistas y activistas políticos que calificaron de 10/10 la credibilidad de la información divulgada por bananaleaks. Y eso ocurrió inmediatamente, como “periodistas de manada”, según la acertada adjetivación de Ryszard Kapuscinski: todos detrás de esa gran “primicia”, advertidos por unperiodista en el “exilio” que daba fe de la credibilidad de la fuente.

¿No será ese periodista exiliado el que sustenta, administra y dirige ese medio electrónico sin dar la cara ni poner firma de responsabilidad ahora que labora con una buena gratificación y protección desde territorio “libre e independiente”?

Por suerte varias personas, ni siquiera afines o partidarias de Correa, reaccionaron. Lo hicieron señalando lo burdo del tema, la baja calidad ética de los medios que replicaron la falsa noticia y señalaron una cosa muy importante que parece se les olvida a la UNP y a la Aedep: si quisieron ponerle ají a la campaña electoral, destacando al periodismo como la herramienta de denuncia política, lo único que lograron fue darle más sustento político al candidato “denunciado”, desprestigiar a este oficio y, para mal de muchos, ahondar la pérdida de credibilidad de los medios privados y comerciales del Ecuador.

En concreto: lo hecho por los bananaleaks (todos los que plegaron a la web sin firma de responsabilidad) es un reverendo acto de absoluta vergüenza que no tiene nombre ni justificación. Es una mancha para la historia del periodismo que no se borrará ni con todos los detergentes que le quieran poner ahora (el principal, el silencio).

Por último: ningún medio ni periodista de la UNP ni de la Aedep ha hecho un acto de autocrítica. Han certificado con ello que los errores de otros son escándalo y los de ellos basura bajo la alfombra. Y por eso hay que seguir luchando por un verdadero periodismo ético.