“Un camino de mil millas comienza con un solo paso”, Lao-Tse
Diego Mignone, actor y empresario que en 1997 constituyó el Triángulo Andino junto con Orlando Montoya y las Coccinelli, articuló este grupo para comenzar la lucha por la despenalización de la homosexualidad en Ecuador. Abogados en su mayoría, trabajaron desde cero un proyecto que en menos de un año lograría un cambio histórico contra una arraigada discriminación legal.
Este 28 de junio, a los 52 años de la revuelta de Stonewall que impulsó las marchas del Orgullo LGBTI en el mundo Occidental y liberal, en Ecuador, el presidente conservador Guillermo Lasso, creó por decreto ejecutivo la Subsecretaría de Diversidades.
El anuncio y los temas iniciales que abordarán en esta dependencia de la Secretaría de Derechos Humanos, son un primer paso y un gesto político de compromiso. Sin embargo, ha creado varias observaciones, propias de la expectativa inaugural. Entendibles todas, si se toma en cuenta los contextos que hay en torno a la poca eficiencia y limitaciones económicas del sector público.
Alguna vez, los derechos LGBTI en Ecuador, ya tuvieron relevancia política y era común enterarse de noticias así: almuerzos presidenciales en Carondelet, con activistas a la carta; financiamiento estatal para fortalecer la incidencia política de organizaciones leales al gobierno (los politólogos llamamos eso de clientelismo corporativista); equipos técnicos de trabajo en varios ministerios, dedicados a elaborar políticas y literatura burocrática en pro de derechos (limitados ciertos temas que incomodaban al gobernante populista conservador de entonces), que a la final nunca arrancaron ni entonces y tampoco con Lenin Moreno.
Un panel de activistas organizado por Fundación Equidad, con motivo del Orgullo 2021, dejó planteados varios temas en políticas públicas, que la novel Subsecretaría deberá tratar participativamente; temas postergados, pero que en el lanzamiento no fueron mencionados como: Salud LGBTI; las observaciones internacionales a Ecuador en derechos LGBTI; un presupuesto de trabajo; y, otras que seguro se tratarán cuando el activismo se siente frente a las autoridades.
