El resultado de las elecciones en el Ecuador representa un giro político en el país luego de 14 años de dominio de la izquierda, pero también suma un triunfo para la derecha en un panorama político regional donde el Socialismo del Siglo XXI ha ido perdiendo legitimidad. En medio de una crisis profunda, la región va buscando alternativas políticas que le garanticen soluciones efectivas. Lo que llama la atención es que en lugar de generarse gobiernos de coalición enfocando los esfuerzos de todas las tendencias hacia un mismo fin, como se ha dado en otras regiones; en América Latina se sigue observando una alta polarización política, como en el caso reciente de Ecuador y de Perú.
En un marco de incertidumbre y crisis, que ya era evidente incluso antes de la pandemia, este tipo de giros políticos podrían seguirse dando. El triunfo de Lasso, es una señal de alerta para candidatos de izquierda que se muestran confiados en retornar al poder tales como Lula da Silva en Brasil. Este fue el caso de Correa que planteó la candidatura de Arauz, considerando que los múltiples casos de corrupción vinculados a su gobierno no afectarían el apoyo masivo en las urnas. El alto porcentaje de votación obtenida en primera y segunda vuelta por la opción correísta muestran que existe un sector de la población que aún se adhiere a sus ideales. Sin embargo, el resultado final, podría ser el inicio del decaimiento de las figuras carismáticas populistas como Correa. Las elecciones presidenciales que se darán a finales de este año en Chile, Nicaragua y Honduras, así como las que se llevarán a cabo en Colombia y Brasil en 2022, mostrarán una configuración más clara de estas tendencias.
Para el Ecuador, Lasso plantea como ejes de inserción internacional la apertura al comercio internacional y la inversión extranjera. Ha indicado que firmará TLCs y fomentará la cooperación con países como Estados Unidos, China, Costa Rica, Corea del Sur, India y Turquía. Desmarcándose de una relación totalmente polarizada hacia el apoyo estadounidense o chino, en medio de una disputa geopolítica de estas potencias por influir en la región. El objetivo de concretar el ingreso a la Alianza del Pacífico, también contribuye a la búsqueda de opciones más pragmáticas en cuanto a la integración. Sin duda, el nuevo gobierno se enfrenta a múltiples retos, que, de resolverlos con eficiencia, sumaría a una consolidación de la derecha como una opción efectiva para solucionar la crisis a nivel nacional y regional.
