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El Telégrafo
Xavier Villacís

Discapacitados morales

03 de julio de 2020 - 00:00

Gran parte de la clase política ecuatoriana no deja de sorprendernos. Parecería que la capacidad de ellos para llegar manifestarse cada vez más rastreros, no tiene límites. Luego de haberlos descubiertos robándonos en mitad de la tragedia del covid, siguiendo contratando desde carros de lujo en sus prefecturas, obras civiles con empresas de turismo, peleando por mantener sus negociados de asfaltados o sobre pagando alimentos y equipos de auxilio para enfrentar la pandemia, algunos políticos ahora se los descubre en la mayor miseria: arrebatarles a las personas con discapacidad el carné que el Estado ecuatoriano les brinda para ayudarlos. Eso es lo que realmente han hecho.

Imaginémonos por un momento un lugar donde se congregan personas procurando apoyo para enfrentar sus discapacidades. A ese espacio están llamados, preferentemente, gente de escasos recursos económicos. Quienes a la vista de todos están ingresando –verdaderas personas con real y evidente discapacidad- padecen en una larga cola. Mientras ellos sufren para alcanzar un lugar donde recibirán ayuda -hasta muriendo en la espera- por otra puerta, un grupúsculo de infames, sin discapacidad evidente y en base al dinero y poder político que ostentan, entran de lo más cómodos a ocupar lugar. A tomarse el espacio de personas que verdaderamente requieren de una ayuda, representada, para el caso, en un carné de discapacidad.

Ese carné se lo habrían tomado políticos como el alcalde de Babahoyo y el hermano del Prefecto de Los Ríos, según se ha conocido. Ellos se los arrebataron a otros que sí lo necesitaban. Así resulta ¿Para qué? ¿Por necesidad de asistencia? No. Solo para importar carros de lujo exonerados de impuestos. Un acto repudiable y lleno de avaricia, desde cualquier lado que se lo vea. De igual forma se denunció que el gobernador de la misma provincia y una asambleísta, señalada por meter sus manos en los hospitales del IESS en Los Ríos, engrosan la lista de los afectados por esta particular discapacidad. La que ellos y otros más, estarían padeciendo: la discapacidad moral, la discapacidad en la decencia. (O)

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