Ecuador, 26 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Juzz Pincay Pazmiño

Calladitas no nos vemos más bonitas

24 de agosto de 2021 - 00:55

Vomitivo. Lo comentado en un espacio de radio, días atrás, por Andrés Pellacini es sencillamente repulsivo. En un país empático, el personaje que vociferó su odio hacia los grupos feministas y defensores de derechos humanos, probablemente, nunca más tendría espacio en un medio de comunicación. Sin embargo, la defensoría del pueblo actuó, los movimientos de mujeres alzaron su voz, y los usuarios en redes no se callaron. El silencio ya no es parte de la estrategia, estamos hartas.

Cuando el video se hizo viral, me rehusé a verlo, me negué a comentar porque sabía que nada bueno podría salir de ese señor. La curiosidad me pudo. Vi el video, se me hizo un hueco en el estómago, un nudo en la garganta y la indignación me hizo escribir. No era justo que las declaraciones de ese hombre en un medio masivo, como la radio, pasen por debajo de la mesa. Ya no. Ya esa mecánica de «no le demos fama al violento» no tiene sentido. Hay que darles la fama que se ganan, por odiadores, por violentos, por agresores, por destilar odio con micrófono, por lograr que la misoginia se sienta validada, por desinformar.  Si me callaba, lo sentía como un silencio incómodo.

Los discursos de odio no tienen nada que ver con la libertad de expresión porque no son una opinión. Las personas decentes no van a tolerar que sucedan en ningún espacio, sobre todo en medios de comunicación. Pero a algunos periodistas y comunicadores los leo preocupados, incluso pareciera que asustados, por las medidas que tomó la Defensoría del Pueblo en este caso. ¿Creen acaso que los discursos que afecten directamente la moral de las niñas y mujeres del país podrían ser tomados de forma subjetiva? ¿les da miedo que desinformar en horario estelar sobre la despenalización del aborto podría tener consecuencias? ¿Tienen miedo, acaso, que sus discursos misóginos, machistas y violentos tengan sanción social? ¿Les asusta esta situación porque ahora les toca pensar un poco más antes de hablar sobre las mujeres o sobre los grupos discriminados históricamente? ¿Tienen pánico porque ya no van a poder esconderse detrás del ‘sarcasmo’?

El feminismo jamás va en contra de los hombres, va en contra de los sistemas que sostienen, justamente, discursos como el que escuchamos en ese video. Lo sucedido la semana pasada fue importante, porque nos muestra una radiografía de lo que continuamos escuchando y viendo en medios de comunicación; productores y comunicadores que continúan sin sensibilizarse en temas de Derechos Humanos. Pero qué duro se les viene si no cambian pronto. Duro porque la sociedad, gracias al maravilloso trabajo del activismo, empieza a exigir respeto hacia todos y todas.

Ya nadie ‘la va a sacar barata’ cuando griten y pidan muerte a las mujeres y hombres que detestan porque no entienden el feminismo o porque no les gusta su forma de protestar. Enviar a las feministas-pañuelosverdes a Afganistán solo muestra absoluta ignorancia sobre el movimiento y deja en evidencia que prefieren, una vez más, mujeres muertas a mujeres protestando. Desde la sociedad civil podemos hacer nuestra parte para que los personajes misóginos con micrófono no continúen distribuyendo su odio: exigir respeto, denunciar y no callar. También, cuando el personaje se mantiene en su odio hacia las mujeres, podemos apartar de nuestro radar su nombre mientras prometamos nunca olvidar sus acciones violentas para no consumir sus productos como entrevistas o programas. Andrés Carrión, después de ser criticado por su pregunta con tintes sexistas a nuestra campeona, decidió invitar a maravillosas feministas a su programa para entender lo sucedido. Una muestra de lo que es saber de crisis de comunicación y por lo menos, tener intención de aprendizaje.

Esta es la oportunidad para continuar reflexionando sobre el rol e impacto de los medios de comunicación en la violencia de género y avance de derechos humanos. ¿funciona realmente la autorregulación? ¿el proceso de sensibilización en estos temas es obligatorio para todos quienes son parte de la prensa? ¿es solo la defensoría del pueblo el ente que debe regular este tipo de situación? ¿Conocen los medios las recomendaciones del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer?

Pedirnos que ya no digamos nada sobre el tema porque es «darle importancia» cuando en un medio de comunicación se está recitando un discurso de odio ya no es válido porque, como dice Catalina Ruiz-Navarro, esto enmarca lo que siempre nos han dicho a las mujeres: cállate, no hables. Y ya estoy harta, estamos hartas. Porque el silencio suele, también, ser violento. Hoy es un buen día para recordarles que nunca más tendrán la comodidad de nuestro silencio. Se va a caer.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media