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El Telégrafo
Karen Garzón-Sherdek

Bolivia: las urnas han hablado

30 de octubre de 2020 - 00:00

El 2019 marcó un panorama oscuro para la democracia en Bolivia. Tras una abrupta salida de Evo Morales luego de 14 años de gobierno debido a un aparente fraude electoral, donde la Organización de los Estados Americanos concluyó que hubo “manipulación dolosa e irregularidades graves” en los comicios, que no permitieron contar con una certeza de la victoria de Evo Morales frente a Carlos Mesa. Frente a estos sucesos, el país andino quedó dividido y polarizado.

Luego de que las elecciones fueron aplazadas en dos ocasiones, finalmente se realzaron el 18 de octubre, reflejando una contundente victoria a Luis Arce, con el 55,1% de votos. Haber sido electo presidente de Bolivia en primera vuelta y con tan amplia diferencia no fue pronosticado por las encuestas y sorprendió a la mayoría. Esta victoria se podría entender por los siguientes aspectos:

 1)        Represión e impopularidad de la presidenta interina Janine Áñez: luego de haber asumido el poder, se registraron varias situaciones complejas, entre ellas la dura represión policial y militar durante las manifestaciones que recibieron críticas internacionales. Asimismo, fue cuestionada por el manejo de la pandemia del Covid-19.

2)        Institucionalización del MAS: el Movimiento Al Socialismo es producto de una rica trama de trayectorias históricas, políticas y sociales, que configuran un fuerte arraigo en los sectores populares. El MAS no solo cuenta con bases electorales sólidas; sino que también ha demostrado que no es un bloque caudillista.

3)        Aspecto económico: desde 2006, cuando Evo Morales asumió la presidencia, Bolivia incrementó significativamente los indicadores económicos, como el PIB per cápita y el salario real, donde millones salieron de la pobreza. El exministro de economía fue precisamente Luis Arce y la población considera que es el cerebro de este boom económico.

No cabe duda de que el gran ganador de esta fiesta democrática fue el pueblo boliviano, luego de registrar una masiva participación del electorado y haber contado con una jornada electoral tranquila y un resultado que legítima al nuevo gobierno.

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