El calendario hebreo supuestamente empieza con la creación de Adán, hace 5.780 años. Un amigo judío bromea diciendo que la diferencia entre 2019 del calendario cristiano y 5780 del suyo se debe a los intereses acumulados. Lo cierto es que el año 2019 se debe a un cálculo incorrecto de los cristianos primitivos.
Herodes murió el año 4 antes de Cristo, lo cual hace que algunos historiadores sitúen el nacimiento de Jesús el año 6 antes de Cristo. Eso es incierto y más confiable es situar la muerte de Jesús el año 30. Pero es tarde para rectificar errores. Los catedráticos de historia y de religión, en muchas partes del mundo, han optado por dejar de llamar a los años AC y DC (antes de Cristo y después de Cristo). Más bien hablan de años EC y AEC (de la era común y antes de la era común). Alejandro Magno murió el año 323 AEC y Nerón falleció el año 68 EC. Es más neutro y muestra respeto a todas las religiones.
Feliz año nuevo suena neutro, como happy new year en inglés o shaná tová en hebreo (año bueno). Este buen deseo se ha mantenido desde la antigüedad. Cada año es un principio. Los judíos mantuvieron una variante durante dos mil años: “Bashaná habaá me Yerushalayim, amén”. El próximo año en Jerusalén, así sea. Empezar un año es una promesa de vida y este 2019 será un gran año. Si quiere algo más grande, festeje el año 5780 desde el 30 de septiembre de 2019.
El año es una vuelta al Sol y para medirlo se requieren observaciones cuidadosas. El mes, en cambio, nació observando a la Luna. Cada 29 días, más o menos, la Luna desaparece y vuelve a nacer. Es la luna nueva. En siete días y un poco más, será un cuarto creciente y en otra semana habrá luna llena. Dos semanas después, habrá otra luna nueva. Mes viene de una antigua palabra latina que designaba a la Luna, mensis, similar al griego mene. Esto es lógico tomando en cuenta que casi todos los idiomas indoeuropeos derivan su palabra para mes del término Luna. Por ejemplo, en inglés se nota el parentesco entre Moon y month. (O)
