En condiciones generales los adolescentes de cualquier lugar del planeta no deben ser libres para ser padres, salvo en circunstancias excepcionales, que debieran estar establecidas por las leyes.
En la adolescencia aparece la capacidad biológica de procrear. Implica una madurez biológica que no se encuentra acompañada en lo emocional, mental, social ni la independencia económica para llegar a ser padres responsables.
Ser adolescentes como su nombre lo indica quiere decir adolecer, que le falta una madurez e independencia integral. Tanto adolece, que depende de sus padres en cualquier cultura y país. ¿Cómo pueden ser padres responsables los adolescentes, cuidar y criar a un nuevo ser, si no tienen claridad de qué hacer con su propia vida?
Los adolescentes se encuentran en medio de sus impulsos y deseos sexuales, las creencias y religiones de sus padres, los modelos de sus culturas específicas donde viven, las disposiciones generales de los países y los acuerdos internacionales.
Existe diversidad de criterios en todo el planeta sobre la educación sexual de los adolescentes. Hasta existe la costumbre de los padres de acordar los matrimonios entre sus hijos en el inicio de la adolescencia como acontece todavía en la India y muy pocas comunidades.
En todas partes, en el pasado y en el presente, existe un denominador común: los adolescentes no tienen la madurez integral y por tanto no se encuentran preparados para ser padres responsables.
Es un grave error que los diferentes organismos del Estado aprueben “la libertad sexual de los adolescentes”, los convierten en esclavos de sus actos. La otra cara de la libertad debe ser la responsabilidad de los actos. Por otro lado, los padres sin amplios conocimientos “educan” de acuerdo con sus creencias sesgadas.
Los organismos nacionales e internacionales deben encontrar puntos comunes y publicarlos en gran escala. (O)
