La primera vez que escuché Metallica fue casi que de contrabando, un amigo que venía de “la yoni”, y aunque tenía mi misma edad, usaba el cabello largo hasta la mitad de la espalda, por eso le decíamos el pelón, pues este pana se estaba deshaciendo de sus casetes ya que estaba comprando todo en cd, además decía que había terminado su era de metalero y empezaba su era grunge, vestía leñadora, pantaloneta hasta el tobillo, botas altas con medias blancas dobladas por fuera, es así cuando me vende barato, en diez mil sucres, el ‘Master Of Puppets’ primero y después el ‘…And justice for all’.

Pero antes debo reconocer que cuando chavorete yo tuve una educación a través de los discos que escuchaban mis hermanas mayores que cuando crecieron y se fueron a vivir su vida, me dejaron como herencia cajas enteras con vinilos y casetes con nombres como Peter Frampton, KISS, Quiet Riot, Dio, John Cougar Mellencamp, Nazareth, así que tenía un oído adiestrado para el rock, que cuando cumplí unos diez años se fue pa’l carajo cuando me entusiasmé por culpa del Show de Bernard con ‘Tres notas’ y ‘Rico suave’, incluso Lisa M estaba buena, aunque siendo completamente honesto mi primer crush televisivo fue con Sabrina Salerno y sus dos razones para amarla que se le desbordaban del traje de baño.

Fui rapero unos años, pero no un rapero así nomás, sino un hip-hopper de usar mamelucos grafiteados, la gorra con la placa de metal King, las gafas redondas que al subir las oscuras se hacían lentes, los Reebok R.A.D. (Rap Again Drugs), las patillas bien altas y el copete tiro visera como Vanilla Ice, solo en vacaciones porque en clases no se podía usar “pelos de loco”, decía el inspector.

De hecho, mis primeros cedés fueron uno de Mc Hammer y uno de Vanilla Ice en vivo y hasta me fui al concierto del sobrino de los Miño - Naranjo a bailar ‘Ice Ice Baby’ en el Estadio Modelo con una entrada que me costó nueve mil sucres, recuerdo tanto que abrió Franco de Vita, y que mi amiguita con la que fui me pidió la montara sobre mis hombros para ver mejor, así que terminé con mi espalda destruida, pero convencido que había ligado en medio concierto y sintiendo que le había hecho un hijo con la nuca.

En todo caso, este lapsus se me pasa cuando escucho por primera vez Nirvana, ‘Smell like teen spirit’, y de ahí se abrió para mí la caja de pandora del rock y llegó Guns N’ Roses, Anthrax, Metallica, Megadeth, Slayer, Sepultura, Pantera y comienzo a consumir su música, revistas, accesorios hasta arranqué el poster del gordo de ‘La Colección’ cantando jam jam y pegué uno de Metallica donde estaban James y Kirk juntos tocando, luego todas mis paredes se forraron con más Metallica y comencé a soñar desde los dieciséis años a que vinieran a Ecuador, sueño que 20 años después se va a cumplir, porque en la vida, cuando deseas con harto ñeque, los sueños se cumplen.

Por eso también viene Juan Gabriel y Daddy Yankee.