Hay un dicho que dice “nada es gratis en la vida”, yo discrepo.
De hecho hay muchas cosas gratis, probablemente no son las más llamativas o apetitosas, pero depende del prisma con que se vea la existencia se podría decir también que rico no es el que más tiene sino el que menos necesita.
Siendo así, gratis es dormir y también su antagonista el despertarse, gratis es levantarse de la cama con cara de enojado, despeinado y con la panza llena de todo lo que has cenado.

Gratis es el sueño húmedo y la ‘dureza’ matutina, gratis es pegarse en el dedo chiquito del pie izquierdo contra la esquina de la cama y clavarse un lego de tu hijo en la planta del derecho, gritar también, es gratis.

Gratis es reírse al espejo de cómo luce nuestra abultada guata y agarrarla, estirarla y hacer hablar al ombligo, o tocar el arpa con las costillas si eres de esos flacos que parecen gatos parados.

Gratis es salir a trotar, caminar o pasear al perro y gratis es evitar que la mascota deje gratis en las veredas frente a las puertas de los vecinos sus aromáticas ofrendas no florales, gratis es tener criterio así que no tengas miedo de usarlo.

Gratis es respirar, inhala profundamente y exhala con ganas, usa todo el aire disponible para oxigenar tu sangre y activar las neuronas de tu cerebro para darte cuenta de que gratis son los besos y los abrazos, las caricias y los cumplidos, chocar los cinco y dar palmadas en la espalda.

También coger la nalga pero con esta última, aunque es gratis, hay que saber a quién y en qué momento, apelo al buen criterio nuevamente.

Leer los textos de la calle es gratis, así que haz caso de las señales de tránsito, una vía, doble vía, prohibido girar en U, no estacionar, PARE.

Aprovecha que observar es gratis, maravíllate de los colores, no cuesta nada, los olores tampoco ni los sonidos, sea música o sea ruido, tararear es gratis, seguir el ritmo con el pie, la cabeza y con la mano hacer como que se toca un instrumento y bailar solito la macarena, la lambada y el meneíto es gratis. Hacer el ridículo es gratis.

Ser honesto es gratis, como cuando te das cuenta de que al de adelante se le cayó la plata y te apuras en devolvérsela, ser amable es gratis por eso muchos responden a una mala cara con un buenos días pelando los dientes.

Ser bondadoso y cooperador es gratis como ayudar a cruzar la calle a quien se le hace difícil o empujar un carro botado y sentirse un héroe con la cara llena de hollín cuando este arranca escupiendo humo.

Bañarse en la lluvia es gratis, cegarse con un relámpago y asustarse con ‘el trueno horrendo que en fragor revienta’ también.

Detenerse a observar un partido de fútbol en la calle es gratis y que te peguen un pelotazo también, silbar la canción de moda es gratis, criticar es gratis y en televisión hasta genera trabajo.

Poner apodos es gratis y regalar puteadas pues es gratis, hay algunos que hacen méritos como para caerles como Papá Noel con un saco lleno en diciembre, las carcajadas que vienen con las mejores historias no tienen precio, igual que las lágrimas de los recuerdos.

La vida siempre está de oferta y te pone en la percha rebajas del 100%, aprovéchalas porque recuerda que dejar de existir también es gratis y además obligatorio.