CIDH coincide con la ONU en tildar de "infrahumanas" las cárceles uruguayas
Una  delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH),  que concluyó este viernes una visita de cuatro días a Uruguay, coincidió con la  Organización de las Naciones Unidas (ONU) en tildar de "infrahumanas"  las condiciones de las cárceles uruguayas.
 "Están en  condiciones que no son humanas, en condiciones infrahumanas", afirmó en  una rueda de prensa el relator especial sobre los Derechos de las  Personas Privadas de Libertad de la CIDH, Rodrigo Escobar Gil, después  de una visita en la que se reunión con el ministro del Interior, Eduardo  Bonomi, entre otras autoridades.
 El funcionario hizo hincapié  en la situación del complejo carcelario Santiago Vázquez, ubicado a las  afueras de Montevideo, donde aseguró que la situación es  "verdaderamente grave" y se produce "una violación generalizada de los  derechos humanos".
 "No es posible que se tenga a seres humanos  en cloacas prácticamente, expuestos a las aguas que brotan de las  cloacas, aguas sucias, en una situación de humedad, intemperie,  hacinamiento", denunció.
 Escobar dijo, sin embargo, haber  visto "una voluntad por parte de las autoridades por propender  (inclinarse) por solucionar los problemas y hay una sensibilidad frente  al problema penitenciario".
 Además, se negó a comparar lo que  sucede en Uruguay con otros países latinoamericanos o caribeños, aunque  dijo que en general la situación en la región es "dramática", con  sobrepoblación, falta de profesionalización del personal carcelario y  una atención sanitaria deficiente.
 Para el comisionado de la  CIDH, que encabezó una misión formada por él y otra persona y que visitó  cuatro cárceles y varios centros de menores, el desafío del Estado  uruguayo "es muy grande".
 Se necesita, sostuvo, un cambio  "estructural" en los sistemas penitenciario, de justicia y legal, basado  en políticas integrales y en un incremento de los presupuestos, no  solamente en construir nuevas cárceles.
 En marzo de 2009 el  entonces relator especial de la ONU sobre Tortura, el austríaco Manfred  Nowak, indicó en una visita al país que en los penales locales se  registraban violaciones a los derechos humanos "a gran escala" y que las  condiciones eran "infrahumanas" y "un insulto a la dignidad de los  reclusos".
 El informe de Nowak causó una confrontación entre  la oposición y el oficialismo, representado por el izquierdista Frente  Amplio, que lanzó una serie de medidas para paliar ese déficit que  asegura haber heredado de anteriores administraciones.
 Una de  ellas fue la construcción del penal de Punta de Rieles, que el pasado 15  de junio recibió una breve visita del secretario general de la ONU, Ban  Ki-moon, invitado por el Gobierno uruguayo durante un viaje al país del  diplomático coreano.
 Ban remarcó los esfuerzos de las  autoridades por mejorar la situación y el ministro del Interior, Eduardo  Bonomi, le cursó como contrapartida una invitación para que el sucesor  de Nowak, el argentino Juan Méndez, revise de nuevo el sistema  penitenciario uruguayo.
 Escobar se refirió hoy precisamente al  informe de Nowak para señalar que una de las denuncias del relator  especial de la ONU, relativa al maltrato que sufrían los presos y sus  familiares por parte de los celadores, parece haber sido atendida por  Uruguay con un cambio en el comportamiento de los vigilantes de los  presidios.
 Consultado sobre el proyecto de ley lanzado este  año por la oposición para bajar la edad de imputabilidad penal de los 18  a los 16 años, abogó mejor por desarrollar los programas de  rehabilitación de los jóvenes.
 En la práctica, reveló,  adolescentes de entre 13 y 16 años ya están recluidos en los centros de  menores existentes en condiciones similares a las de los mayores de  edad. E
