Señor
Director de Diario El Telégrafo
Ciudad
La presente lleva como finalidad saludarle y a la vez apoyar la campaña en contra de la invasión ilegal que se está llevando a cabo en los terrenos del Bosque Protector Cerro Blanco por parte de traficantes de tierras.
Como es de su conocimiento, el Bosque Protector Cerro Blanco fue establecido en 1993 por la Cemento Nacional y su fundación Pro Bosque para proteger y restaurar un importante remanente de Bosque Seco Tropical localizado en la cercanías de Guayaquil. Este bosque, el principal pulmón de la ciudad de Guayaquil y otras zonas, ha sido catalogado como uno de los mejor conservados en el Ecuador. Su diversidad biológica es extraordinaria, ya que protege a un sinnúmero de especies de animales y plantas únicos para esta región y/o que están amenazados o en peligro de extinción, como es el caso del Papagayo de Guayaquil. Los registros botánicos indican que más de 100 especies de plantas vasculares, de las 500 presentes en Cerro Blanco, son endémicas para el bosque seco tropical de la región. Cerro Blanco protege aproximadamente 54 especies de mamíferos, incluido el jaguar, así como también otras especies como el mono aullador, el coatí sudamericano, entre otros.
En lo que se refiere a la avifauna, se han registrado alrededor de 219 especies de aves, de las cuales 7 están mundialmente amenazadas, como el Papagayo de Guayaquil.
Por estas razones, y apelando al derecho que tiene la naturaleza a ser protegida, en concordancia con lo estipulado en la Constitución ecuatoriana, pido encarecidamente a diario El Telégrafo que haga eco de esta denuncia para tratar de persuadir a las autoridades correspondientes a que tomen cartas en el asunto para ayudar a detener la invasión a Cerro Blanco, y así también lograr desalojar a más de 20 personas que se han asentado ilegalmente en terrenos de la reserva.
En espera de que mi denuncia y la de otros ciudadanos preocupados por el bienestar del Bosque Protector Cerro Blanco sean acogidas favorablemente por este prestigioso diario, le agradezco de antemano la atención que se le otorgue a la presente.
Atentamente,
Soraya Delgado-Berg, B.S.
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