Umbral es ya un grupo de culto. Uno de sus temas, ‘¿A dónde vas?’, es una de sus canciones emblemáticas que ha logrado trascender los años, las generaciones y los gustos. A pesar de que fue grabada hace ya 30 años, continúa vigente y se sigue escuchando en las radios del país. Nelson García y Pancho Prado, Umbral, si bien han transitado caminos individuales (Nelson dedicado por completo a la música y Pancho compartiendo tiempo con su profesión de psicólogo), periódicamente se juntan para componer y para dar conciertos.
A pesar de que la canción se la escucha a diario en numerosas estaciones de radio del país, incluso se ha hecho una gran cantidad de versiones, y la cantan otros grupos —no solo de Ecuador—, su autor, Pancho Prado, jamás ha recibido, por derechos de autor, pago significativo alguno. Por el contrario, se enteró en el IEPI que la canción estaba inscrita a nombre de una disquera internacional.
Umbral ha seguido trabajando y tiene ya material suficiente para publicar un nuevo disco. Pero, como la mayoría de las bandas y grupos nacionales, no tiene recursos para hacerlo, tampoco tiene acceso a los grandes auspiciantes privados y no le interesa hacer lobby en los corredores del Ministerio de Cultura. Así que ambos resolvieron involucrar a sus seguidores y a los amantes de la buena música, para, a través de un mecanismo que funciona en las redes sociales: el crowdfunding —un sistema colaborativo para la financiación colectiva de proyectos culturales— publicar su CD.
Es decir, a través de una plataforma —vía Internet— se hacen donaciones hasta conseguir los recursos requeridos en un tiempo determinado. En este caso, Umbral requiere $ 24 mil dólares para financiar todas las fases de producción y posproducción de su nuevo CD. Las donaciones pueden ser de cualquier monto (de $ 5 a $ 5 mil o $ 10 mil). Si se llega a la meta, el proyecto se ejecuta y si no se llega a la meta, simplemente el proyecto no se realiza y no se debitan los aportes.
Este mecanismo funciona exitosamente en muchos países del mundo. En el caso de Ecuador, experiencias anteriores en música y cine no siempre han sido exitosas. Umbral recibe los aportes a través de la plataforma Kickstarter y confía llegar a la meta; a falta de 11 días se ha llegado al 40% de lo propuesto.
Pero hay otro caso. Swing Original Monks es una de las bandas nacionales más importantes de la nueva escena musical de Ecuador. Sin embargo, para publicar su nuevo trabajo (una versión de su disco anterior, Santa Fanesca, más 7 temas nuevos) grabado en Puerto Rico con la producción de Eduardo Cabra (el Visitante, de Calle 13) y para financiar su tercera gira internacional por 8 países de Europa, no consiguió recursos. Pero su pasión por la música puede más y sus integrantes no dudaron en aceptar el reto de uno de los padres —del vocalista—, quien les propuso vender un terreno y que luego los Monks, cuando tengan los recursos, le repongan ese dinero. “De una”, dijeron. Y fueron a recorrer Europa con sus canciones.
¿La conclusión?, el sector de la cultura sigue siendo un gran desierto. Mientras todos discutimos los impuestos a las herencias y la plusvalía y los ministros cada semana emprenden viajes, los artistas y creadores se mueren de sed junto a la fuente; sin normativas de fomento, sin acceso a financiamiento y sin salvaguardias para la producción nacional. (O)