La tecnocumbia trajo consigo la fuerte crítica de varios grupos en el Ecuador, pero su rápida expansión en el país provocó su fusión con géneros propios y consiguió miles de seguidores que asistían a los conciertos, además, sus intérpretes comenzaron a ser reconocidos masivamente.

El género proviene de la cumbia colombiana, el tecno (no en relación directa con el género tecno, más bien, se habla desde un aspecto técnico donde son los instrumentos electrónicos y ritmos secuenciados  los que incitan al baile) con elementos de origen nacional como el sanjuanito, el pasillo, la balada.

Hay varios aspectos del estilo que lo hicieron popularizarse como: el aspecto musical, visual, artístico, el contenido de las letras y el impulso de los medios de comunicación.

Los 90-2000

El boom de la tecnocumbia surgió paralelamente a la grave crisis económica y social que vivía el país a finales de los 90 e inicios de los 2000. Miles de ecuatorianos migraron en busca de mejores oportunidades, mientras otros se reencontraban con aquellos que regresaban del extranjero.

Este género resultó ser la solución de los sectores populares para ignorar momentáneamente las fatalidades que vivían, si bien las letras del género mencionaban la separación de la persona amada, el abandono y el sentimiento de pérdida, los ritmos pegajosos lograban que la gente cante a todo pulmón mientras bailaban sin descanso.

Los conciertos comenzaron a revitalizar la escena musical ecuatoriana, se organizaron conciertos masivos en coliseos, plazas y estadios donde su principal público eran los sectores populares.

Los ídolos populares

Muchos de los cantantes de tecnocumbia que se iniciaron en el género realizando covers de la música peruana se dedicaban a la música rocolera o chichera. Por eso el público ve al cantante como alguien cercano que pertenecen a su misma clase social y lo valoran porque salen del “pueblo”, expresan los sentimientos de la gente y conocen  las vivencias de la comunidad.

Estos artistas rescatan la ‘ecuatorianidad’, no desde es el aspecto musical, más bien desde el aspecto social, en donde se destaca la importancia de que los artistas sean ecuatorianos y en consecuencia merecen el apoyo del público. “la tecnocumbia  adquiere  importancia  como música  ecuatoriana  no  por  ser  originaria  del Ecuador sino por ser interpretada por cantantes  ecuatorianos,  quienes  aportan  con  los contenidos locales para corroborar su definición  como  artistas  ecuatorianos.  Es  en  este sentido  que  la  gente  asume  la  tecnocumbia como música ecuatoriana”. Así lo señala Alfredo Santillán y Jacques Ramírez en su artículo sobre la tecnocumbia.

Crítica a la tecnocumbia

El género fue criticado por varios aspectos, desde la falta de originalidad de los cantantes que se dedicaban únicamente a “copiar” y realizar covers de tecno cumbia peruana, aspectos de impulso comercial que obligaban a cambiar continuamente el repertorio de canciones de los intérpretes hasta la performatividad de los artistas (cantar con pistas grabadas, el baile “sensual” y las prendas “exóticas” de las bailarinas).

En el artículo de Ketty Wong se menciona una entrevista realizada a Azucena Aymara. “Me gustaría cantar con guitarras, acordeón, bajo y percusión, pero esto representa mucho gasto e inversión. La gente que organiza los conciertos siempre trata de reducir los costos. Por esta razón me he visto forzada a trabajar con pistas…”

Tales críticas desmedidas, en su gran mayoría, se realizaban desde la clase media-alta ecuatoriana que, por muchos años, la miraron como objeto de burla por su falta de calidad artística, de originalidad y profesionalismo, no obstante,  20 años después la tecno cumbia sigue sonando  en bares, discotecas, fiestas, donde los jóvenes simplemente disfrutan, zapatean, cantan sin ningún tipo de preconcepción sobre la música.

Bueno, ahora que ya sabes como la tecnocumbia surgió en el Ecuador, te invito a que en la siguiente fiesta pongas este género para que hasta el tímido del grupo baile. Varios de los “ídolos populares” que le dieron fama a este género son: María de los Ángeles, Hipatia Balseca, Azucena Aymara, Dinastía Aymara, Magia Latina, Grupo Deseo, entre muchísimo más.