Sal quiteña y belleza son las palabras que caracterizan a dos personajes tradicionales de Quito: Chulla Quiteño y Quiteña Bonita. Estos personajes resaltan en las Fiestas de la capital. Pero, ¿quiénes son? 

El Chulla Quiteño: elegancia y sal quiteña

El Chulla Quiteño era un joven popular que tenía amigos y conocidos a lo largo de toda la ciudad, en especial, en el Centro Histórico, en 1930. Su personalidad era extrovertida y le gustaba festejar a toda hora. 

También debía tener un espíritu alegre, buen humor y tener un gran repertorio de chiste para hacer honor a la ‘sal quiteña’. Sin olvidar la galantería y la facilidad de entregar un piropo a las bellas quiteñas. 

Fernando Jurado, autor del libro Chulla Quiteño y citado por el portal Vista Hermosa, se destacan al menos cuatro tipos de chullas. Ellos son: 

-El músico: un hombre con espíritu bohemio. 

-El presidente: aquí destacan Federico Páez, Alberto Enríquez y Galo Plaza. 

-El futre: era el primero en ingresar a la universidad y formar un afamilia 

-El intelectual: constan varios poetas y escritores. Aquí destacaron el Chulla Romero y Flores. 

¿Un chagra podía ser un buen chulla? También podían ser llamados Chullas. En este caso está Ernesto Albán Mosquera, el adorado Don Evaristo. Él era ambateño de nacimiento, pero chulla de corazón. 

La Quiteña Bonita: belleza y valentía 

Los balcones de Quito no solo estaban engalanados por flores sino por las Quiteñas Bonitas. Es un personaje representativo de la cultura capitalina. La Quiteña Bonita era una mujer firme, segura, risueña, valiente e inteligente. 

Vestía unos frondosos y coloridos vestidos y corceles. Sin olvidar los peinados típicos del siglo XX, según el portal Ruta Quiteña.