Las revistas, que son publicaciones periódicas, deben atraer al lector no por sus noticias sino por sus textos más elaborados, propios y profundos sobre uno o varios temas de interés.

Las revistas pueden ser especializadas, informativas, de divulgación científica, de ocio y online. Al igual que los diarios, forman parte de los medios gráficos, pero también pueden tener su versión digital u originarse en la internet.

Generalmente, las revistas están formadas por: la portada; la contraportada (última página que sirve de contrapunto de la primera); carta del editor (donde explica el contenido de los temas y reflexiones); índice o tabla de contenidos; artículos periodísticos y, anuncios publicitarios.

Juegan un rol muy importante las formas creativas de representar la información. Se requiere hacer un trabajo de calidad con la creación de contenido significativo alrededor de un tema sólido.

Al contenido debe acompañarlo un diseño atractivo, pero vale remarcar que los artículos, textos o contenido editorial deben orientar con temas de interés, no réplicas de notas ya publicadas en este diario o medios fraternos, como ocurrió en la revista Desde Cero, que circula cada lunes con EL TELÉGRAFO.

En las páginas 8 y 9 del lunes pasado, el texto que se presenta en la nota titulada: “Kargoo, la etartup diseñada por una cuencana para ser el próximo airbnb”, ya se publicó el 3 de diciembre de 2018 en diario El Tiempo de Cuenca, que es parte de los Medios Públicos.

En la nota de la revista, por consiguiente, no se presentó al lector nada nuevo, propio, profundo y, a la vez, fresco.

Balance y equilibrio, la regla obligatoria

El periodista debe tener la capacidad de identificar qué noticias son importantes y requieren mayor despliegue al momento de contar los hechos o dar cabida a las declaraciones y explicaciones de fuentes que conocen del tema.

Esa capacidad de valorar la información a publicar, debe aflorar aún más cuando se trata de hechos que generan inquietud en la sociedad, como el femicidio ocurrido el sábado 19 de enero en Ibarra. Diana permaneció más de 90 minutos como rehén de su pareja, en la calle. Él, al final, la apuñaló y la mató ante la mirada de miembros de la Policía, lo que generó críticas por la falta de acción.

El martes pasado, la ministra del Interior, María Paula Romo, concurrió a explicar cómo se dio la muerte de Diana Carolina y la actuación de la Policía dentro de sus atribuciones. Su exposición era realmente importante y duró varias horas, pero el periodista de EL TELÉGRAFO solo la citó en 36 líneas de una nota secundaria de la página 6 del miércoles. El Universo, El Comercio y Expreso le dieron el espacio que ameritaba la explicación de tan alta funcionaria y frente al hecho. (O)