Otra vez Cristiano.... El Real Madrid perdía ante la Juventus 3-0 encaminando los cuartos de final de la Champions a la prórroga el miércoles cuando volvió a aparecer el astro luso para transformar un penal salvador en tiempos adicionales (90+8).

Le ejecución puso la serie 4-3 a favor del Real Madrid en el global y su pase a las semifinales de Liga de Campeones por octava vez consecutiva, convirtiéndose en el primer equipo que lo logra.

“Siempre Cristiano”, tituló  el diario Marca, destacando que tenía que ser él. “Cristiano apareció para salvar al Real Madrid”.

El cinco veces Balón de Oro, a sus 33 años, es, como ocurrió el año pasado, decisivo para su equipo en esta última fase de la temporada multiplicando juego y goles.

El crucial tanto contra la “Juve” el miércoles es una continuación del doblete que le endosó al equipo italiano en la ida en Turín (victoria 3-0), uno de ellos marcado con una chilena espectacular que dio la vuelta al mundo.

Sus tres goles no solo sirvieron para apartar a la Juventus, también otras tres conquistas suyas apearon en octavos del torneo continental al París Saint Germain.

Cristiano marcó otro doblete en el 3-1 endosado al equipo francés en Madrid y rubricó otro tanto más en la victoria 2-1 en el Parque de los Príncipes.

Máximo goleador histórico de la Liga de Campeones con 120 goles tras convertirle a la “Juve”, el astro luso acumula ya 15 dianas en esta edición del torneo continental consolidándose como máximo goleador, a solo dos tantos de su mejor registro en una sola temporada (17 en la 2013/2014).

“No me imagino jugar sin Cristiano. Está con nosotros y hay que aprovecharlo”, aseguró su técnico, Zinedine Zidane el martes, antes del encuentro, para el miércoles destacar la sangre fría del jugador para lanzar un penal tan decisivo. “Cristiano está acostumbrado a eso. Al final la mete”, aseguró el técnico blanco, sonriente tras ver cómo sigue su camino hacia un posible tercer título continental al hilo.

Cristiano es el primer jugador en marcar en once partidos consecutivos de la Liga de Campeones. (I) 

La Champions es terreno vetado para Buffon
¿Un ejemplo de maldición? El arquero legendario de la Juventus Gianluigi Buffon (40 años) nunca ha levantado el trofeo de la Liga de Campeones y probablemente dio el adiós definitivo el miércoles a la reina de las competiciones de clubes en Europa después de ser expulsado en la eliminación de su equipo ante el Real Madrid.

Los gestos de cólera del veterano arquero, que le costaron su expulsión, y las posteriores palabras de amargura de “Gigi” dieron la vuelta al mundo. “Este árbitro no tiene corazón. En el lugar del corazón tiene una bolsa de basura. Si uno no tiene personalidad y valentía te vas a la grada a mirar el partido con tu mujer y un refresco”, espetó el portero a micrófonos de la cadena italiana Mediaset Premium.

“El penal lo arruinó todo, incluido el adiós de Buffon a la Liga de Campeones. El sueño se esfumó, duele caer así”, escribe el periódico La Stampa.

“Hace daño, mucho daño”, se lamentó por su parte el Corriere della Sera. “Buffon no merecía terminar su carrera en Liga de Campeones con una tarjeta roja”, afirma el periódico deportivo de Turín Tuttosport.

En efecto, el del Bernabéu fue casi con toda seguridad su última noche de Champions: “Muy probablemente”, en palabras a Bein Sports del arquero de 40 años. Esa nueva declaración anuncia el inminente final de la epopeya del mítico portero, que en noviembre calificó al tiempo como “un tirano”, después de la eliminación de la Azzurra en el repechaje mundialista.

En enero, no obstante, Buffon había abierto la puerta a seguir en activo, en una entrevista en el periódico La Repubblica: “Me reuniré pronto con el presidente Andrea Agnelli y hablaremos. Yo deseo el bien de este equipo, saber qué papel puedo jugar y si la Juventus cree que puedo aún ser importante”.

Pero la frustración de Buffon es comprensible. En tres ocasiones ha acariciado con la punta de los dedos la tradicional “Orejona”; en 2003, 2015 y 2017, pero nunca pudo levantarla, algo que le habría acercado a un Balón de Oro merecido, en opinión de muchos. (I)