Ayer fue el Día Mundial de la Salud y este diario indagó sobre los trastornos mentales que sufren los ecuatorianos: depresión, ansiedad, falta de atención o pérdida de la memoria, entre otros. La atención pública para esos casos ha dado un giro radical en este país.

Incluso las personas más optimistas no están libres de ese tipo de ideas.

En Ecuador el 11% de este grupo etario vive sin ningún familiar o amigo. El suicidio es una de las salidas. La OMS pide mayor inversión de los Estados.

Los niños y adolescentes no siempre están tristes. Ellos, entre otros síntomas, pueden tener actitudes hostiles, desafiantes, alteraciones del apetito o sueño.

La OMS calcula que con cada dólar invertido en tratamiento se obtienen cuatro de beneficio por la productividad.

Gran parte de los manabitas que llegaron a Ambato, tras el terremoto del 16 de abril, abren negocios para sobrevivir.