Esta parroquia rural de Ambato se popularizó por la confección de un estilo especial de prendas de vestir que llevan símbolos de los pueblos ancestrales.

Así lo indica la Cuarta Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas realizada en la urbe con la participación de 1.488 adolescentes en edades de entre 12 y 17 años, en 2016.

El Ministerio del Ambiente realiza controles para evitar la venta de la especie. Flores de maíz, romero y arrayán son alternativas para confeccionar los tradicionales ramos.

Entre 1.500 y 2.000 vendedores ambulantes se congregan cada lunes en la calle Tomás Sevilla, lo cual provoca caos vehicular, problemas en circulación peatonal, contaminación acústica y ambiental, además de robos y asaltos.