En el cantón Muisne, se inicia el 1 de octubre la construcción de viviendas para las familias damnificadas.

A este comerciante informal todavía le atemoriza hablar sobre lo que ocurrió el 16 de abril. Asegura que él y sus tres hijos menores de edad se salvaron de milagro.

Los muisneños llevan a cabo estrategias para atraer a los turistas, pues la playa aún luce desolada. Todavía esperan que se cubran las necesidades básicas de la isla.

El comerciante es uno de los tantos que perdieron su negocio y su vivienda en este balneario. Ahora dedica su esfuerzo a levantar otro local para reactivar su economía.

Paola Aguayo cuenta cómo enfrentó este diagnóstico; el apoyo familiar que recibió fue fundamental.

Alrededor del acueducto Daule-Santa Elena se asientan 16 cooperativas de vivienda donde habitan 3.600 familias.

Tras la destitución de Dilma Rousseff, la resistencia contra el nuevo gobierno pide “elecciones ya”.

Si piensan salir de sus casas para citas médicas deben reunir dinero con tiempo.

Bancas, negocios, jardineras y bolardos dificultan el desplazamiento de la gente con alguna discapacidad.

El transporte, las calles, los semáforos no están concebidos para ellos. Existe una ordenanza, pero no se pone en práctica.