El juego brusco con agua y anilinas de colores que se daba durante los años sesenta y setenta casi ha desaparecido. En la capital azuaya, ciudadanos recuerdan con nostalgia a los verdaderos carnavaleros. Según el historiador Manuel Carrión, la fiesta de antaño servía para unir familias, conocer a los vecinos y hasta entrar en la casa de los futuros suegros, en el caso de los enamorados.

Las especies están distribuidas en varios sectores de la ciudad. Solo el año anterior se incluyeron 21 de ellas y son consideradas para el cuidado y protección por sus años y belleza.

Los vendedores tienen más de 30 años en este centro de estudios. Algunos alumnos que probaron sus empanadas y hoy son profesionales regresan para saborear los bocadillos.

Anoche se efectúo el festival de disfraces, el cual se extendió hasta casi la medianoche. En este participaron las universidades, barrios y clubes de Cuenca, cada uno con diferentes temáticas.

La Unión de Periodistas de Azuay y el Amistad Club repartirán $ 10 mil en premios para los barrios que presenten los mejores temas y figuras. El concurso, que se realiza desde hace 45 años, es una tradición.

Hoy se realiza el gran Pase del Niño Viajero, una imagen que convoca a no menos de 60 mil personas en las calles de la urbe. La procesión comenzará a las 9:00 y finalizará a las 17:00 en la iglesia de El Carmen con una homilía.

La estructura se levantó para que funcione la primera Facultad de Medicina de Cuenca. A través del tiempo, resistió la gran crecida del río Tomebamba en 1950 que arrastró puentes y viviendas.

Esta pequeña artería vial, situada en el centro histórico de Cuenca, existe desde antes de la Fundaciónde la capital azuaya. Su trazado sirvió para delimitar los solares que había en ese entonces.