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Entrevista / Javier Galparsoro / ABOGADO Y FUNDADOR DEL Comité Español de Ayuda al Refugiado (CEAR)

"Mientras Europa celebra cumbres, los refugiados se ahogan y mueren"

"Mientras Europa celebra cumbres,  los refugiados se ahogan y mueren"
Foto: internet
07 de marzo de 2016 - 00:00 - Gorka Castillo, corresponsal en España

Abogado de larga trayectoria y de reconocido prestigio, Javier Galparsoro lleva 26 años defendiendo a miles de migrantes que llegan a Europa en busca de una oportunidad para mejorar su nivel de vida. Fundó el Comité Español de Ayuda al Refugiado (CEAR), una de las organizaciones más antiguas del continente, y desde entonces no ha parado. Le solivianta la situación actual, “un naufragio de la dignidad humanitaria y el mayor fracaso de Europa desde la II Guerra Mundial”. No alberga esperanzas de que la Cumbre entre la UE y Turquía, que se celebra en Bruselas, concluya con éxito.

Médicos Sin Fronteras informa que la situación en el campamento de refugiados de Idomeni (frontera de Grecia con Macedonia) es “insostenible” y que los migrantes están “desesperados”. ¿Cabe esperar una solución de la Cumbre entre la UE y Turquía?

Teniendo en cuenta que solo se le ha otorgado refugio a 598 de los más de 160.000 que la UE acordó reubicar hace 6 meses, solo puedo ser escéptico. Si se hace una simple regla de tres con estos datos, completar el operativo de asilo aprobado podría tardar 133 años. En realidad, cada vez que se convoca una reunión de este tipo me pongo en guardia. Solo me queda decir que tengo la impresión de que estas cumbres se organizan para entretenernos porque son inoperantes.

¿Cree imposible que pueda alcanzarse un acuerdo contra quienes ahora construyen vallas en las fronteras?

Una cumbre de jefes de Estado tendría que ser la respuesta pero, como digo, venimos arrastrando desde hace mucho tiempo la dramática realidad de las personas refugiadas sin obtener ninguna solución. Esto me hace ser dubitativo. No hay ni un solo detalle que me permita albergar esperanzas de que algo cambie a partir de esta cumbre.

Bruselas concederá € 700 millones a Grecia para reforzar la ayuda a los refugiados. Suena como si el dinero fuera suficiente para aplacar la mala conciencia...

Sí, es curioso que solo anuncien medidas financieras para contener el flujo de migrantes. Como si con eso se pudiera acabar con la denominada “crisis de los refugiados”, una expresión que no me gusta.

¿Por qué no le gusta?

Porque los refugiados no están en crisis. Quien está en crisis es Europa. A los refugiados les matan o se mueren. Su crisis es por la supervivencia. Es Europa la que se ha dotado de convenios, tratados y leyes, que ahora incumple de forma sistemática, la que está en crisis.

Pero las autoridades argumentan que acoger refugiados es económicamente inviable

No es cierto. Hay dinero. Si se lee el diario de la UE se puede comprobar que prometen 3.000 millones de euros a Turquía para vigilar sus fronteras, otros 130 millones para el grupo de Visegrado (Hungría, Polonia, la República Checa y Eslovaquia) y así sucesivamente. Lo que no dicen es que cada refugiado, de los 160 mil que se acordó reubicar, viene con un pan bajo el brazo valorado en € 6 mil, que es el dinero que percibe el país que lo asila, y otros € 500, que van a las arcas del Estado que lo recibe. No es un problema de dinero, es de voluntad.

El secretario general del Consejo general de la ONU, Thorbjørn Jagland, advertía de que los estados de la UE no pueden aplicar sus obligaciones internacionales como mejor les parezca. ¿No es peligroso?

El incumplimiento europeo de leyes relacionadas con las personas refugiadas es obsceno. Ahí está Dinamarca, uno de los países más ricos del mundo y ha propuesto incautar el dinero de los refugiados que entran en su territorio. Eso es un delito en términos jurídicos y se llama hurto o apropiación indebida. Y si encima lo hacen a una persona en situación de necesidad, es un agravante sancionado por el código penal de cualquier país democrático.

Es una forma de decir a los refugiados que no son bien recibidos...

Es una forma de decir que no está dispuesta a aplicar la Convención de Ginebra, que es la que permite a los perseguidos solicitar asilo y obliga a los Estados a estudiar, tramitar y a conceder o denegar el permiso. Hay un incumplimiento tan masivo de las leyes que me hace ser muy pesimista sobre que este tema se vaya a solucionar.

El último informe de la Comisión europea de lucha contra el Racismo censura que se ha extendido el discurso del odio en la esfera pública y cita a las autoridades francesas, un país gobernado por los socialistas.

Lo de Calais es aberrante. Se ha desmantelado un campo de refugiados por una decisión judicial, es decir, la justicia está colaborando para acabar con un campamento levantado por unas personas en situación límite. Es una vergüenza. Al hilo de lo de Calais, unos alcaldes belgas han propuesto la creación de centros de reclusión para refugiados similares a Guantánamo “pero sin torturas”. Hasta ese punto incendiario está llegando la retórica de los políticos en Europa. Es una frase bárbara, el final de todo.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk ha pedido a los refugiados que no vengan a Europa.   

Pero, ¿qué imagina Tusk? ¿Acaso cree que van a volver a Siria? Que nadie sea tan ingenuo de pensar que volverán a casa porque la cruda realidad es que no tienen a dónde regresar. Es como apagar el fuego con gasolina.  

¿Qué le ha aportado tantos años de lucha por los derechos humanos?

Todo. Mi vida ha cambiado gracias a los refugiados. El día que empecé a trabajar con ellos me di cuenta de que era un privilegiado por haber nacido 1.500 km más al norte que ellos y comer 3 veces al día, tener pasaporte y dormir en una cama caliente. Esta percepción me ha provocado vivir la urgencia. Tanta reunión y tanto protocolo me fatiga, me aburre. Mientras Europa celebra cumbres, la gente se ahoga y se muere (I).

UE y Turquía inician una cumbre crucial 

Europa y Turquía intentan desde hoy desbloquear la situación que asola a más de dos millones de refugiados que se encuentran agrupados en diversos campos al aire libre dispuestos por el gobierno de Ankara. La UE prometió una ayuda extraordinaria a Turquía de 3.000 millones de euros para paliar la emergencia humanitaria provocada por casi 5 años de guerra en Siria, pero exige garantías al Ejecutivo de Recep Tayyip Erdogan. Debe cumplir con los objetivos prioritarios de aplacar en su propio territorio la crisis migratoria actual.

La cumbre está considerada como la parte vital para que Europa comience a cumplir el acuerdo suscrito en septiembre por los 28 estados miembros de reubicar a 160.000 demandantes de asilo atrapados en Grecia e Italia y el reasentamiento de 20.000 personas que ya cuentan con el estatus de refugiado procedentes de países cercanos a zonas en conflicto como Siria. Hasta el momento solo 600 personas han logrado normalizar su situación mientras la cifra de exiliados forzosos agrupados en Turquía ha seguido aumentando de forma dramática.

La propuesta comunitaria a Turquía consiste en financiar la contención del mayor número posible de refugiados, cuyo destino es el continente europeo. Por el momento ninguna de las dos promesas se han materializado. En el caso de la UE por motivos burocráticos y en el turco por problemas de infraestructura en su vasta frontera con Siria (I).  

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