¿Qué hacer con el sobrante de alimentos como arroz, banano, maíz, cacao y soya? Esta fue la interrogante que surgió entre las estudiantes María José Molina, de Licenciatura en Nutrición, y Tamara Herrera, de la carrera de Ingeniería en Alimentos de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol). Su tutor, Juan Manuel Cevallos, ayudó en la elección de la mejor propuesta: una barra alimenticia nutritiva.

Durante un mes y medio las alumnas y el profesor investigador del Centro de Investigaciones Biotecnológicas del Ecuador (CIBE), de la Espol, se encargaron de cristalizar el proyecto que venció a otras 50 propuestas sustentables en el Premio Odebrecht Ecuador.

“Tenía que ser algo que la gente lo quiera comprar para contribuir con el desarrollo, y de todas las alternativas que habíamos analizado (puré, cakes, harina) la que tenía mayor compatibilidad con el mercado era la barra”, comenta Cevallos.

Molina señala que una de las primeras actividades de las estudiantes fue visitar Taura, en el cantón Naranjal (Guayas), para efectuar un análisis general de las necesidades y producción del sector.

“Iniciamos ahí con un formato que puede ser aplicado a las diferentes provincias de Ecuador, evaluando qué tipo de excesos de productos se generan”, expresa Molina, quien enfatiza que en el lugar se identificaron aquellos residuos que luego se utilizaron en la barra.

“La elaboración del producto es muy sencilla”, asegura. Molina explica que el proceso inicia con la molienda de los granos, que luego son mezclados con otros elementos para que puedan compactarse y finalmente puedan ser horneados de una forma rectangular pequeña.

Molina recalca que la barra se realiza de manera artesanal y que su preparación puede tomar un día, mientras se seca la mezcla en el horno, aunque con equipos adecuados su elaboración tomaría aproximadamente 30 minutos.

Al final del proceso obtuvieron una barra que supera en un 7% el valor nutricional de alimentos como la leche. La joven espera que el producto ayude a elevar los hábitos alimenticios del sector, pues según cuenta fue inspirado en la iniciativa “Sin Hambre 2025” destinada a América Latina y el Caribe.

Este proyecto de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) aspira a reducir la incidencia de la desnutrición por debajo del 2.5 %, en los países de la región.

El docente Cevallos indicó que la próxima meta es hacer una muestra ante los agricultores para que sean ellos quienes elaboren la barra como un alimento más.

El concurso de Odebretch premió a las estudiantes con $24.000, y de este monto $8.000 serán destinados a mejorar la fabricación de la barra. También intentarán realizar alianzas privadas y gubernamentales.

Mientras tanto las jóvenes se encuentran en el proceso de añadir otros ingredientes nutritivos a la barra como quinua y miel.

Datos

La barra reemplaza a un desayuno que contenga dos vasos con leche y cereal.

Su valor proteico alcanza entre el 7 % y el 8%.

La barra posee una mínima cantidad de azúcar, por lo que no afecta a personas con diabetes y puede ser consumida dentro de los próximos 8 meses, a partir de su elaboración.

Las jóvenes recibieron $24.000 como parte del incentivo económico del concurso Odebrecht Ecuador.