A partir de este año 82 instituciones educativas públicas ofertarán el Bachillerato Internacional (BI), un diploma acreditando la calidad académica del estudiante que termina la secundaria y es reconocido a nivel mundial por varias universidades. Este certificado facilita la obtención de becas.

“Incluso algunas universidades reconocen como créditos algunos de los créditos del BI y eso es un plus adicional para ellos”, comenta María Brown, subsecretaria de educación especializada e inclusiva del Ministerio de Educación.

Las unidades educativas que hasta el momento ofertan el programa cumplieron con los requisitos exigidos por la Organización Bachillerato Internacional (OBI) para recibir la acreditación. Algunas exigencias son infraestructura, equipamiento de bibliotecas y capacitación docente. La inversión actual del Gobierno en este proyecto es de $ 18 millones.

El programa contempla un pre BI destinado a los alumnos del primero de bachillerato de las instituciones acreditadas, para que conozcan la exigencia del mismo y evalúen su capacidad.

“Es una forma de prepararlos porque el BI implica un esfuerzo adicional de los estudiantes y un trabajo duro de adaptación tanto de ellos como de los maestros por la exigencia que esto demanda”, dice.

A partir del segundo año de bachillerato se formará un paralelo solo con los alumnos que seguirán este modelo educativo y quienes previamente fueron seleccionados por sus méritos académicos.

“Esto es opcional, no obligatorio para ningún estudiante, pero obviamente quien tiene un buen rendimiento escolar y quiere optar por el programa tiene más opciones que aquel que no ha mostrado ese nivel”, recuerda Brown.

El BI es una alternativa educativa opcional y adicional al título de bachiller. No todos los alumnos pueden ser parte de esta propuesta, porque de momento existe una aula con capacidad para 35 alumnos por cada institución acreditada.

“Son pocos los estudiantes que pueden optar por este programa. Solo aquellos que tienen las aptitudes y que reúnen las calificaciones”, reitera Brown.

Esto fue lo primero que escuchó Abigail Jácome, quien cursa el primero de bachillerato en la Unidad Educativa Manuela Cañizares, una de las instituciones quiteñas que oferta el programa.

“Me interesa realmente tener este título porque creo que eso mejora mis posibilidades de optar por una carrera de tercer nivel”, dice Abigail, quien es parte de los 1.400 alumnos que actualmente siguen el pre BI en el país. Además, existen 650 estudiantes que ya cursan el BI en los centros acreditados.

En cada establecimiento hay profesores capacitados por la OBI, encargados de impartir las materias de lenguaje y literatura, inglés, historia, ciencias experimentales y matemática.

Lo hacen en los mismos horarios del resto de alumnos de bachillerato, aunque para cumplir el cronograma de las pruebas internacionales estas instituciones ingresan unas semanas antes que el resto de establecimientos.

Al finalizar el tercer año de bachillerato los alumnos deben cumplir con un trabajo de monografía y  someterse a un examen internacional por cada materia. Si aprueban reciben el diploma, de lo contrario solo se quedan con el título del bachillerato regular. Incrementar el número de instituciones públicas con este programa es uno de los objetivos del Gobierno hasta 2017, año en el que se prevé acreditar a  500 unidades educativas en total.

En días anteriores, el presidente Rafael Correa informó que los jóvenes parte del BI no deben temer a la evaluación internacional, porque esta medirá las virtudes y falencias del régimen educativo en Ecuador.

Datos

El estudiante que ingresa al BI recibe una visión general de las ciencias experimentales (física, química y biología) y tiene la opción de especializarse en una de estas.  

Además, los alumnos son capacitados en  actividades creativas, de acción y servicio social, conocidas como CAS, y en las materias teoría del conocimiento, informática y matemática.

Optar por este programa no tiene costo para el alumno, quien, también, debe rendir las pruebas Ser Bachiller y el Examen Nacional de Educación Superior, este último sirve para lograr un cupo en las universidades públicas.