Muebles ecológicos, recuperación de saberes ancestrales y educación sexual desde los jóvenes fueron parte de las iniciativas que los estudiantes del programa de Bachillerato Internacional (BI) -de 4 instituciones públicas de Quito- presentaron el jueves 27 de marzo.

Los proyectos son parte de los componentes que exige el BI como son: creatividad, actividad y servicio (CAS).

Los alumnos del colegio Manuel Larrea se inclinaron por la industrialización del agave americano (penco), que es una planta milenaria de los indígenas que habitan en Cotopaxi, Imbabura y Azuay.

Del agave se extrae una bebida popular llamada chaguarmishky que ayuda a aliviar los dolores óseos. “Nuestra idea es utilizar esa bebida en un coctel suave añadiendo elementos habituales como canela, avena y panela”, dijo Wendy Tipantisa, estudiante del 2° BI.

Sus compañeros en cambio se inclinaron por los muebles ecológicos hechos a base de llantas recicladas.

Las chicas del colegio Mejía apostaron por la educación sexual para abordar la problemática del embarazo adolescente en su plantel. “Pensamos junto al departamento médico darles charlas, pero a través de nosotras porque así el mensaje llega mejor”, refirió Lizbeth Polo.

Alexander Tibanta, del colegio Don Bosco, explicó detalladamente las acciones que los chicos realizaron durante dos años lectivos en el CAS. “Hicimos visitas a fundaciones para ayudar en las tareas que cada una desarrolla; fuimos a Protección Animal Ecuador (PAE) y limpiamos los espacios y a los animales”.

El objetivo del CAS es que los alumnos se relacionen de forma directa con los problemas de su entorno y contribuyan con alternativas.

A nivel nacional existen 199 instituciones públicas que brindan el programa de BI y en Quito son 32.

Según José Flores, funcionario del Ministerio de Educación, la idea de esta feria es revisar las prácticas significativas del BI para retroalimentar todo el sistema educativo del país. (I)