Para quien envejeció en el siglo pasado, mirar las oportunidades que actualmente existen para vivir de varias formas la vejez tal vez sería una cosa de locos. ¿Cómo imaginar a los adultos mayores fuera de sus casas, viajando por el mundo igual que los jóvenes; agrupados, estudiados, practicando deportes, reclamando  más tiempo para ellos?

Si bien la juventud (entre los 25 y 35 años) sigue como la edad ideal, cada vez más se redefinen o ponen de moda las edades más avanzadas, debido al incremento de la expectativa de vida y a los adelantos médicos. Antes se creía, sin estudios de por medio, que a partir de los 40 años empezaban los achaques, sin embargo, hoy se llega a los 50 años en mejores condiciones de salud física y mental.

¿Cuál es entonces la nueva edad “ideal”? En el imaginario colectivo de sociedades de países desarrollados como los europeos está arraigada la imagen de que “hoy en día los 70 son los nuevos 50”.

Entre los 40 y los 60 años se considera la mediana edad y varios estudios suponen a este periodo como la edad dorada de la existencia. Entre las razones está porque mejora del control de emociones, hay experiencia de vida y se transmiten conocimientos y valores.

Según resultados de varios estudios, las personas de mediana edad son más felices y, de hecho, cuanto más años se ha avanzado en esta etapa se tienen menos preocupaciones y estrés; hay  un mejor enfoque vital y capacidad para asumir cualquier tipo de acontecimientos.

Pero no todo es color de rosa para la edad mediana, pues en esta etapa se vive un proceso psicológico en el que entran en juego factores como la sensación de estar perdiendo la juventud y el rechazo a llegar a la vejez por el entorno negativo. Los especialistas dicen que es parte de nuestra “programación” y puede que sea la mejor época de vida.

Las personas que sufren en esta etapa una crisis no asumen las múltiples ventajas que conlleva la mediana edad y suelen tener comportamientos infantiles, propios de épocas anteriores. Por ejemplo, tanto hombres como mujeres tienen un deseo de cambiar sus parejas por personas más jóvenes, se cometen actos más infantiles como el querer comprar cosas que no corresponden con comportamientos maduros propios de la edad que se tiene.

Aunque a los adultos mayores todavía no se les reconozca su potencial y rol dentro de las sociedades, especialmente porque persisten mitos, estereotipos, exclusión y discriminación, cada vez los intentos por cambiar esa situación de devaluación social son más fuertes por derechos y participación como nuevos actores.

El envejecimiento de la población es una de las tendencias más significativas en el siglo XXI, y, por lo mismo, tiene repercusiones importantes y de vastos alcances en todos los aspectos de la sociedad, que van más allá de la edad ideal de vida.

En el mundo, la esperanza de vida promedio es de 73 años, según la Organización Mundial de la Salud. En países como Japón, España, Suiza, Italia supera los 80 años.

A escala mundial, cada segundo 2 personas cumplen 60 años, es decir, el total anual es de casi 58 millones de personas que llegan a los 60 años. Actualmente una de cada nueve personas tiene 60 o más años. Las proyecciones indican que la proporción será una de cada cinco personas hacia 2050, según datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas. Con estas proyecciones cada vez existirán más personas viejas en el mundo y en mejores condiciones.

Según un estudio realizado por la Universidad de Oxford, llegar a los 50 años dejó de ser un problema. Esto se debe a que las nuevas generaciones tienen más conciencia, mejores hábitos y buscan verse mejor por dentro y por fuera.

El ser humano ahora tiende a dietas más saludables, reducción del tabaquismo, consumo de bebidas alcohólicas, nuevas vacunas y medicamentos preventivos encabezan los pilares que mantienen a las personas adultas más saludables.

La Universidad de Oxford encontró que las personas que nacen cada año, a partir de 1912, tienen menos probabilidades de necesitar tratamientos de emergencia y aquellos que sí lo requieran, será por períodos más cortos.

“La salud en el pasado era por azar: ‘Si me toca, me toca’, pensaba la gente. Ahora se saben bien que están los genes y que por ellos uno puede cuidarse para no tener las mismas complicaciones que nuestros padres. Hace 10 o 20 años ni la obesidad ni la diabetes se asumían como enfermedad, entonces ni se hacía prevención. Hoy se puede lucir bien y es un despertar a un nuevo tiempo desde la medicina preventiva, como harán los médicos del futuro”, resalta el médico Rubén Mühlberger.

Contrariamente, parece que los jóvenes de esta generación no correrán la misma suerte que sus padres. Los investigadores de la Universidad de Oxford advirtieron que los altos niveles de obesidad y la cantidad de bebida alcohólica en la mediana edad significarán que estas tendencias no puedan continuar.

Por su parte David Oliver, presidente de la Sociedad Británica de Geriatría, dijo a The Times: “Cada vez hay más obesos y menos ejercicio. El alcohol es otro responsable de una vida menos saludable”.

Mühlberger señala  que “esta nueva generación de jóvenes está viendo una sociedad que está con muy pocos incentivos, muy aburrida, con pocos desafíos. Eso es malo. Están en un estado de mucha ansiedad y pánico. Pero con el tiempo se ira corrigiendo”.

DATOS

Según las estadísticas sanitarias Mundiales en 2014, publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas están viviendo más años en todo el mundo.

Los promedios mundiales señalan que la esperanza de vida de una niña nacida en 2012 fue de alrededor de 73 años, mientras que la de un niño varón nacido el mismo año, fue de 68 años.  

La OMS resalta que los países de bajos ingresos son los que han logrado mayores progresos, ya que en ellos la esperanza de vida ha aumentado 9 años en promedio entre 1990 y 2012.

Los 6 países donde más se incrementó la esperanza de vida son Liberia, con un aumento de 20 años (de 42 años en 1990 a 62 años en 2012), seguido de Etiopía (de 45 a 64 años), Maldivas (de 58 a 77 años), Camboya (de 54 a 72 años), Timor -Leste (de 50 a 66 años) y Ruanda (de 48 a 65 años). La esperanza de vida en Ecuador en  2010 fue de 75 años, para  2050 subirá a 80,5 años en promedio para los hombres, mientras que para las mujeres la esperanza de vida será mayor con 83,5. Para 2020 la población será de 17,5 millones de habitantes, en 2030 alcanzará 19,8 y en 2040 habrá una población superior a los  21,8 millones.