La sociedad civil colombiana representada por la Mesa Social por la Paz, el Congreso de los Pueblos, Organización Nacional de Indígenas de Colombia (ONIC), y del Consejo Nacional de Paz Afro Colombiano, y sus filiales, solicitaron públicamente que se los incluya en los diálogos que iniciaron la tarde de ayer en Quito los delegados del Gobierno de Colombia y del insurgente Ejército de Liberación Nacional (ELN).

En rueda de prensa, ofrecida ayer en la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE), horas antes de que se instalaran oficialmente las delegaciones de diálogo, los voceros de las organizaciones sociales ratificaron su respaldo al proceso pacificador y ofrecieron el apoyo necesario para poner fin a los enfrentamientos armados internos.

Marilen Serna, vocera de la Mesa Social para la Paz, aseguró que es el momento de una participación protagónica de la sociedad civil en la construcción de la paz junto con el gobierno de su país, la guerrilla y los sectores sociales, con la finalidad de sellar un pacto político que beneficie a los colombianos.

“Como organizaciones, como movimientos sociales hemos trabajado para poder traer a los distintos funcionarios una agenda para la paz, unos temas que reflejan los cambios que el país necesita, las transformaciones que queremos proponer para alcanzar una paz estable y duradera”, dijo.

Juan Houghton, vocero nacional del Congreso de los Pueblos, aseguró que el único objetivo que tiene la sociedad civil es colaborar con el proceso pacificador. Por ello se necesita una participación protagónica -añadió- porque al final de cuentas es el pueblo el que debe decidir el tipo de país que quiere.

Tras dar las gracias por el apoyo ecuatoriano, el presidente de la ONIC, Luis Fernando Arias, aclaró que un acuerdo de paz entre el gobierno y el ELN estará incompleto si no participa la ciudadanía.

“Nosotros hemos puesto los muertos, hemos sido los desplazados y tenemos la autoridad moral e histórica para que nuestra participación sea determinante”, manifestó, al subrayar que las propuestas que se acojan de la sociedad civil en este proceso sean vinculantes.

Hernán Cortez, vocero del Consejo Nacional de Paz Afro Colombiano, anunció que llegaron desde el país del norte 500 personas para hacer un seguimiento a las negociaciones de paz y que existe mucha expectativa por los resultados.

El 30 de marzo de 2016, el Ejército de Liberación Nacional y el gobierno anunciaron que iniciarían negociaciones de paz con base en una agenda de seis puntos que incluye la participación de la sociedad en la construcción de la paz, democracia, transformaciones para la paz, víctimas, fin del conflicto armado e implementación.

La mesa con esta organización debió instalarse el pasado octubre en esa ciudad, pero fue necesaria la liberación del excongresista Odín Sánchez y el indulto de Nixon Cobos y Leivis Valero, así como la designación de los gestores Tulio Astudillo y Wigberto Chamorro, para allanar el camino tras tres años de acercamientos secretos.

Cumplidas estas condiciones mutuas, los delegados del gobierno y de la guerrilla tenían previsto abrir ayer oficialmente los diálogos, a las 17:00, en un acto en la hacienda Cashapamba, propiedad de los jesuitas a 30 km de Quito, con la  presencia de los representantes de los países garantes (Ecuador, Brasil, Chile, Cuba, Noruega y Venezuela).

“La fase pública de conversaciones (...) nos permitirá alcanzar la paz completa”, afirmó días atrás el presidente Juan Manuel Santos, Nobel de Paz 2016 que selló un histórico acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), principal y más antiguo grupo insurgente del país.

Los debates se iniciarán hoy a puerta cerrada, según fuentes de la Cancillería de Ecuador, donde se celebrarán la primera y la última ronda de negociaciones. El resto se prevé en los otros países garantes. (I)