Estudiantes secundarios y universitarios franceses se manifestaron  ayer por quinta ocasión contra el proyecto de ley laboral impulsado por el Gobierno, objeto de un fuerte movimiento de protesta social desde hace casi un mes. Unas 130 personas fueron detenidas después de que se registraran enfrentamientos entre manifestantes y policías.

La Policía utilizó gases lacrimógenos para dispersar a grupos de jóvenes que les lanzaban piedras, botellas y huevos. “La Policía en todos lados, la justicia en ninguna parte”, gritaron los manifestantes.

Después de esos roces, a primeras horas de la tarde, miles de estudiantes protestaron en calma en París detrás de una banderola que reclamaba el retiro del proyecto de ley laboral y el aumento de los salarios y las pensiones de los jubilados.

Para los detractores del proyecto, se favorece al empresariado en detrimento de los derechos de los trabajadores. En este país europeo el desempleo se ubica en 10%.

Por su parte, el Gobierno y la patronal insisten en defenderlo. Para la ministra de Trabajo, Myriam El Khomri, se trata de una iniciativa justa y necesaria que debe permitir la disminución de la desocupación.

El proyecto

La prensa francesa señala que ni el expresidente Nicolás Sarkozy, de centroderecha y que quiere volver al poder, se habría atrevido a presentar un texto de reforma laboral tan ‘liberal’ que para el ala más izquierdista del Partido Socialista francés supone un giro a la derecha. Los dirigentes  apuntan como responsable directamente al primer ministro, Manuel Valls.

Sin embargo, ante la presión social, fue Valls el que se  mostró dispuesto a realizar cambios. La principal concesión por el momento es la de renunciar a fijar un tope a las indemnizaciones por despido improcedente, sustituido por un cómputo indicativo que deberán efectuar los jueces de lo social.

También desapareció una serie de causas que -en el texto inicial- podían esgrimir las empresas para despedir por razones económicas. Ahora serán los jueces quienes establezcan si ha habido voluntad de falsear las cuentas para acreditar pérdidas que justifiquen la supresión de empleos.

Pero más allá de estos cambios la reforma sigue y el proyecto de ley laboral, presentado el 24 de marzo en el Consejo de Ministros, empezó a ser examinado ayer en comisión en la Asamblea Nacional (Cámara Baja del Parlamento), donde los diputados presentaron 800 enmiendas. Los debates en sesión plenaria están previstos a partir del 3 de mayo.

Asimismo, los sindicatos continuarán con las movilizaciones. Su  objetivo, afirmaron, es “construir un movimiento social fuerte”. (I)