Federico Carboni, un ciudadano italiano de 44 años de edad, fue la primera persona en ese país en morir gracias a un suicidio asistido.

Carboni sufrió, en 2010, un accidente que lo dejó tetrapléjico y los último dos años paso en disputas burocráticas y legales con la finalidad de recibir atención a su caso.

Finalmente, el hombre recibió la ‘luz verde’ por parte de las autoridades sanitarias del país para que se someta a un suicidio asistido a través de la administración de un medicamento en su propio hogar.

Según el portal de noticias RT, “El procedimiento se realizó bajo supervisión médica, mientras que Carboni estuvo rodeado por su familia, amigos, y abogados de la asociación Luca Coscioni, que comunicó su muerte en las redes sociales”.

La fundación también ayudó en la recaudación de fondos, pues el procedimiento del suicidio asistido en Italia tiene un valor económico de 5 000 euros, es decir unos 5 250 dólares.