El presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó, aseguró que el 23 de febrero empezará a ingresar la ayuda humanitaria a Venezuela, aunque no explicó cómo lo hará si persiste la negativa del presidente Nicolás Maduro.

Guaidó, que el 23 de enero se autoproclamó como presidente interino del país, este martes encabezó una gran marcha cuyo objetivo es pedir a los militares que dejen entrar la asistencia internacional.

El líder opositor, le ofreció a las Fuerzas Armadas, sostén del gobierno de Maduro, amnistía a los que desconozcan al presidente y les advirtió que impedir el paso de alimentos y medicinas es un “crimen de lesa humanidad”.

Según las estadísticas de Guaidó, reconocido por 50 países como presidente interino de Venezuela, hay 250.000 voluntarios inscritos para colaborar en el ingreso de insumos y vituallas y así distribuirlos en todo el país sudamericano.

“Hay cerca de 300.000 ciudadanos en riesgo de muerte y 2’000.000 en crisis por enfermedades”, contabilizó el joven político.

Asimismo agradeció a la comunidad internacional por la ayuda y  anunció que  un nuevo centro de acopio fue inaugurado en el Estado brasileño de Roraima, en la región amazónica.

Anticipó que habrá otros dos, además del que ya funciona en la ciudad fronteriza colombiana de Cúcuta.

Maduro, quien tiene el apoyo de Rusia, Turquía, Irán, China, Bolivia y Nicaragua, este martes también efectuó su propia marcha de respaldo.

El mandatario negó en una entrevista con la BBC que en su nación haya “emergencia humanitaria” y culpa de la falta de medicinas y comida a duras sanciones estadounidenses.

Según el Diario El Clarín, la confrontación ocurre en plena debacle económica, con escasez de medicinas y alimentos, hoy convertidos en impagables para la mayoría debido a la hiperinflación.

De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU), 2,3 millones de venezolanos (7% de la población) huyeron del país por la crisis desde 2015. (I)