Dos semanas atrás, un grupo de científicos anunciaba a través de la revista especializada eLife el hallazgo del que es –quizás- el grupo de fósiles mejor conservados de los antecesores del Homo Sapiens. Se trata de una nueva especie a la que han bautizado como Homo Naledi y su hallazgo podría dar más luces para entender la evolución humana.

La cueva de las estrellas

Han sido encontrados en Sudáfrica en una de las cuevas que conforman “la Cuna de la Humanidad” un yacimiento de restos paleontológicos declarado Patrimonio de la humanidad por la UNESCO. El sitio toma su nombre justamente por la cantidad de fósiles que fueron encontrados allí en la primera mitad del siglo XX y que ayudaron a dilucidar la procedencia del Homo Sapiens y a armar el árbol genealógico del género Homo, del cual la única especie que sobrevive es la nuestra.

Fue precisamente allí que se encontró en 1947 a la Señora Ples, el fósil correspondiente a un Australopithecus africanus, una especie que ya era capaz de caminar en dos patas pero que conservaba aún costumbres arborícolas. Pero la historia de Naledi comienza dos años atrás, cuando un par de exploradores aficionados, Steven Tucker y Rick Hunter, buscaban un nuevo pasadizo en el complejo de cuevas ubicadas al noroeste de Johannesburgo. Fueron adentrándose en este sistema natural de túneles interconectados que en ciertos tramos no sobrepasan los 20 centímetros de altura.

Además de lo sorprendente de lo hallado, está la increíble hazaña. Tuvieron que adentrarse por sitios inaccesibles teniendo que ascender y descender por lugares -muchas veces- espantosamente herméticos. Una vez en la llamada cámara Dinaledi que en el idioma local significa “estrellas” encontraron una fisura en el piso y rascando la superficie encontraron una serie de restos. Los exploradores no sabían de qué se trataba, pensaron que eran los cuerpos de humanos modernos, pero para salir de dudas tomaron fotografías, salieron de la cueva y fueron a consultar al experto. (F)