Una ANGOSTA ESCALERA ERA LA RUTA DE ESCAPE DE QUIENES ESTABAN A BORDO
Familiares de fallecidos no saben si los indemnizarán
Habla entrecortado, con angustia y sollozando. Pedro (nombre protegido) aún se encuentra nervioso debido al accidente sucedido el miércoles en el barco ‘Betty Elizabeth’, donde tras una fuga de amoniaco fallecieron cuatro de sus compañeros de labores.
Él es uno de los 32 estibadores que se encontraban en la embarcación cuando una red llena de pescados se enredó con parte de la tubería del sistema de enfriamiento y provocó el escape de gas.
Se exalta al hablar del tema. “Fue inevitable llorar cuando vi a mis amigos morir. No pude hacer nada, porque con suerte salí yo y de ahí no me acuerdo muchos detalles”, dice el hombre de 34 años. Acostado en una cama de hospital, cuenta que el accidente sucedió a las 08:00, cuando el chilillo (parte de la red), se enredó con la válvula principal del amoniaco y que después de esto un día normal de trabajo se convirtió en una lucha por sobrevivir.
“Cuando vimos lo que pasó, todos sabíamos lo que nos esperaba. No olía a nada, pero el ambiente era pesado. Todos corrimos a la única escalera que había en la habitación. Era muy angosta, solo cabía una persona”, dijo el sujeto, quien toma hidratantes a cada instante. No puede beber agua, ya que lo afecta en su recuperación. “Fue horrible escuchar a nuestros compañeros morir, pero no podíamos hacer nada. Usted sabe lo que es haber estado jugando pelota la semana anterior, tomarnos unas cervezas y ahora verlos muertos… es lo peor que me ha pasado”, afirma Santiago (nombre protegido) y otro de los afectados. De ahí, los hombres no recuerdan mayores detalles.
“Ya me desperté estando acá. Ver a mi madre llorando junto a mí fue algo que me causó dolor, pero me dio tranquilidad a la vez. Gracias a Dios estoy vivo para contarlo”, resaltó. En el puerto de Manta, lugar del accidente, se hicieron presentes miembros del Cuerpo de Bomberos de Manta, Policía Nacional, Ministerio de Salud, y otras entidades estatales de auxilio, para ayudar con la evacuación de los heridos. Ellos fueron enviados al hospital General Rodríguez Zambrano y a la Clínica Hospital del Sol.
Tras el percance, la Capitanía del Puerto elaboró un informe sumario, que fue enviado al Fiscal de Espacios Acuáticos. Ello con el fin de que continúe con la investigación pertinente, según destacó el capitán de navío de estado mayor José Marcos Vaca, capitán del Puerto.
De los 32 trabajadores, cuatro fallecieron en el barco y otros dos en el hospital.
Arreglo por vía legal
En su descanso, Pedro expresó que personal del Ministerio del Trabajo se le acercó para recomendarle que no recibieran ningún dinero por parte de sus empleadores. “Me dijeron que no llegue a ningún tipo de arreglo con ellos, sino que espere a que por la vía legal se indique cuánto nos va a tocar de indemnización”, destaca. El hombre señala que de momento ningún directivo de las empresas SerpePacific o Pesdel se han hecho presentes para hablar de los gastos médicos. Familiares de los fallecidos indican que les han cancelado los valores de los gastos fúnebres, pero no han hablado de indemnización por la muerte de sus allegados.
LOS BOMBEROS DETECTAN OTRA FUGA MÍNIMA
Personal de la Capitanía del Puerto y miembros de Criminalística de la Policía Judicial realizaron un nuevo peritaje ayer por la mañana para determinar las causas del accidente en la embarcación ‘Betty Elizabeth’.
Como responsable de las investigaciones estuvo el fiscal de Espacios Acuáticos, Alfonso Vélez, quien evitó hacer comentarios debido a que el caso se encuentra en etapa de indagación previa.
La diligencia estuvo encaminada a determinar el nivel de contaminación de la nave.
Elementos del Cuerpo de Bomberos de Manta encontraron que en la cubierta había un 30 % de polución, mientras que en la parte de las cubas (bodegas) llegaba a un 100%.
El teniente Hernán Ochoa, del área de Sustancias Peligrosas de la entidad bomberil, señaló que estos residuos están altos, debido a que en la rosca colocada en el sitio del incidente persiste la fuga del gas.
Una de las prioridades es evacuar el pescado que se encuentra dentro del buque, ya que de llegar a descomponerse causaría otro daño ambiental. Para establecer el nivel de contaminación de ese producto acudieron también peritos de la Universidad de Manta. Ellos establecerán qué cantidad se encuentra apta para el consumo humano. Representantes de la empresa Pesdel, propietaria de la nave, y de Serpepacific S.A., para la que laboraban las víctimas y los heridos, estuvieron presentes.
Datos
Dos bomberos permanecen asilados en una casa de salud del principal puerto manabita, luego de haber estado expuestos al amoniaco.
Los restos de Simón Mero y Bérsimo Rosado iban a ser sepultados ayer en el cementerio Jardines del Edén.
El cadáver de Jacinto Pihuave fue trasladado hasta su parroquia natal, Bellavista, perteneciente a 24 de Mayo, para enterrarlo en presencia de su familia.
Al cuerpo de Alexánder Menéndez Núñez estaba previsto darle cristiana sepultura en la mañana de ayer.