El paso de River Plate por Quito trascendió el ámbito deportivo y entrará a la historia como una de las visitas más gratas de una delegación extranjera, con ocasión de un partido de fútbol. El club de la ‘Banda Roja’ no solo trajo donativos para los damnificados del terremoto que sufrió el país el 16 de abril pasado, se dio tiempo también para entregarlos ayer en el hospital de niños Baca Ortiz y visitar a los pacientes.     

Aunque al acto no concurrieron jugadores, un grupo de directivos de la institución, encabezado por el presidente ‘millonario’, Rodolfo D’Onofrio, saludó al país a nombre de todos. Enfatizó que la catástrofe ha sido muy sentida también por el pueblo argentino.       

Pocas son las ocasiones que un representativo foráneo aprovecha su viaje de competición para respaldar a los afectados por un desastre. En el caso del campeón vigente de la Copa Libertadores, canalizó su ayuda a través de Fundación River, que tuvo como representante a Clara D’Onofrio, hija del directivo.

Los productos otorgados: leche en polvo, pañales, juguetes, ropa, ibuprofeno y otros medicamentos, se transportaron en el vuelo chárter que movilizó al combinado rioplatense desde Buenos Aires.  

Según Rodolfo D’Onofrio, los donativos “son un mimo” para los ciudadanos perjudicados. La entrega se hizo en el auditorio de la casa de salud, cuya gerente, Catalina Vásquez, agradeció el gesto del ente. La ejecutiva recibió una camiseta de River, autografiada por sus futbolistas.

Al hospital Baca Ortiz, a raíz del terremoto, llegaron 71 niños y actualmente siguen internados 30. Varios de ellos presenciaron ayer la ceremonia junto a sus padres. Con la comisión de River Plate estuvo el cónsul argentino Esteban de Anchorena, quien aplaudió la iniciativa del ‘blanquirrojo’, propia de una nación solidaria como Argentina.  

Su país también padece las secuelas del fenómeno natural, ya que por su causa se reportaron 30 ciudadanos argentinos desaparecidos, quienes se encontraban en las zonas donde se produjo el desastre. Hasta ayer, la cifra de extraviados había bajado a 13 y, de acuerdo a información de las autoridades ecuatorianas de seguridad, de los extranjeros muertos, ninguno es argentino.    

Tras la entrega de las vituallas, los directivos de River Plate recorrieron el sanatorio, pero no se permitió acompañarlos, tampoco tomar testimonios de los padres de familia de los pacientes.  

El conjunto bonaerense se alistaba para enfrentar ayer a Independiente del Valle (IDV), en el estadio Atahualpa de la capital ecuatoriana. En señal de hermandad, los jugadores saltarían a la cancha con una pancarta de aliento para los damnificados, con las banderas de Ecuador y Argentina estampadas en sus camisetas y con brazaletes negros en señal de luto por los fallecidos.

La dirigencia del ‘rayado’, en tanto, agradeció a los aficionados por la acogida del lance, especialmente porque la entidad anunció que donará la taquilla a los damnificados. De acuerdo a cálculos preliminares, el gerente de IDV, Santiago Morales, expresó que la recaudación bordearía los $ 190.000.

El único antecedente que existe en Ecuador sobre ayuda a víctimas de un desastre natural, a través de un encuentro de balompié, es el amistoso benéfico que el 31 de agosto de 1949 protagonizaron Barcelona y Millonarios de Bogotá, que se midieron en el estadio George Capwell de Guayaquil.

El compromiso se pactó para colaborar con los perjudicados del terremoto que el 5 de agosto de ese año asoló a varios cantones de la provincia de Tungurahua, dejando 5.050 muertos y alrededor de 100.000 personas sin hogar.  

El conjunto ‘canario’ se impuso 3-2 al entonces mejor plantel del continente, que contaba con los argentinos Alfredo Di Stéfano, Néstor Raúl Rossi y Adolfo Pedernera. La recaudación (200.195 sucres) fue inédita para la época. (I)