Ocho días después de proclamarse campeón de la Copa Libertadores de América en el estadio Santiago Bernabéu, River Plate se enfrentará al sorprendente Al Ain local en la primera semifinal del Mundial de Clubes 2018, con el claro objetivo de disputar su segunda final del año y de obtener su primer título en el torneo universal. 

Alejado hace varios días de la polémica y un ruido casi infernal por la convulsa final continental ante Boca Juniors, el equipo que dirige Marcelo Gallardo llega a esta cita con un claro favoritismo amparado en el acicate moral de haber vencido al eterno rival.

Hace tres años, el cuadro de Gallardo sufrió para desembarazarse del Sanfrece Hiroshima en Osaka (1-0), que ejercía de anfitrión. Todo un aviso para el partido de hoy en el Hazza Bin Zayed Stadium de Al Ain City. 

Ahora volverá a medirse con otro equipo local, en este caso el Al Ain, campeón emiratí, que ha llegado a esta semifinal tras desembarazarse en los penaltis del Wellington neozelandés después de igualar un 0-3 y con autoridad del Esperance tunecino (3-0), ganador de la Champions africana.   

Por nombres, obviamente, el partido no tendría más color que el de River, pero en esta competición las sorpresas suelen estar a la orden del día y el Al Ain comparece dispuesto a acabar con el sueño del equipo argentino.

Gallardo ha tenido tiempo suficiente para que sus hombres se adaptaran al cambio de horario y se recuperasen de los días intensos de la Copa Libertadores para presentar sus mejores credenciales ante un rival que ha demostrado, con sus carencias, ser peligroso a la contra y disponer de jugadores hábiles en los últimos metros.

Se trata, por lo tanto, de que River imponga su juego, el control del esférico, su mayor calidad y evitar pérdidas que den aire a un Al Ain que tiene en sus filas a jugadores como el brasileño Caio o el sueco Marcus Berg, que fueron clave en los dos partidos anteriores del Mundial.

Por el momento, en el conjunto argentino el foco está puesto en esta semifinal.

Nadie quiere hacer referencia a la hipotética final y al posible enfrentamiento ante el Real Madrid (si supera al Kashima Antlers). 

La filosofía es clara. Primero este partido ante el cuadro que dirige Zoran Mamic, quien se hizo cargo del cuadro emiratí cuanto Zlatko Dalic pasó a la selección croata. Y ante todo, sin sentirse superiores ni descuidos que pueden resultar letales.

Una de las incógnitas será saber si Gallardo concede los galones de titular al colombiano Juanfer Quintero, el hombre que desequilibró la vuelta de la Copa Libertadores de América con su juego y su magnífico tanto. El colombiano es factor de desequilibrio siempre; y ante un rival presuntamente pertrechado en su campo puede ser muy determinante. 

El resto del equipo no debe variar apenas de la base que alzó la Libertadores en el Santiago Bernabéu, donde echó mano de su buen hacer y carácter para remontar un marcador adverso. 

Considerado el “Real Madrid de Emiratos Árabes”, Al Ain ha cosechado 13 torneos locales y muchos laureles más: 7 Copas del Presidente, 3 Copas de la Federación, cinco Supercopas, una Copa de Clubes Campeones del Golfo y su logro más importante: la Liga de Campeones de la AFC en 2003 son los objetivos alcanzados en su corta historia. (I)