Más que recordar el 25 de enero de 2010, cuando narcotraficantes mexicanos intentaron asesinarlo, Salvador Cabañas tiene presente el día en el que, seis meses después, apoyado en muletas, dio sus primeros pasos. El ‘Chava’ reflexionó, si bien había sobrevivido a un balazo en su cabeza, al momento que se puso de pie acababa de renacer.

Mucho se ha dicho sobre él: que estaba borracho, que provocó a los narcos, que su esposa, María Lorgia, lo dejó al descubrir sus infidelidades... lo cierto y palpable es que el ‘Mariscal’ no solo venció a la muerte, sino que volvió a caminar y regresó al fútbol.

En estos años, movido por la necesidad, ha ejercido diversos trabajos, desde elaborar pan con su padre, hasta brindar charlas de motivación. Precisamente esta faceta lo trajo a Quito, donde participará en el I Congreso de Motivación a través del Deporte. Durante un diálogo con diario EL TELÉGRAFO, habló de su vida y sus proyectos. 

 Cuéntenos sobre esta nueva experiencia como motivador

Eso es lo que hago ahora, motivar a los jóvenes y a los mayores. Mostramos un video, algunos goles y después damos la charla. Les respondemos a los asistentes todas las preguntas; queremos que salgan satisfechos y encuentren resultados.

¿Cuál es el momento especial del fútbol que más ronda en su cabeza?

Siempre voy recordar los momentos en la selección, un gran equipo que como nunca tuvo Paraguay. Congeniaba con todos; la mayoría estábamos muy bien en nuestros equipos y eso también lo demostrábamos en la selección. Era el caso de Nelson Haedo Valdez, Roque Santa Cruz, Paulo da Silva...

¿Cómo fue la convivencia con el ecuatoriano Luis Saritama en el América de México?

Pasamos muchos momentos lindos, la directiva, la gente nos acompañaban en todo momento, por eso nosotros estábamos al 100% para hacerlos felices. Me acuerdo de que salía de los entrenamientos en la cajuela del carro de Saritama, pues cuando iba a pie me quedaba una hora o 45 minutos dando entrevistas o autógrafos. Me retiraba de incógnito en cualquier otro vehículo para no salir en mi auto.

¿Cuál fue el momento más triste de su carrera deportiva, algo de lo que tuvo una revancha?

Lo más triste fue cuando con el 12 de Octubre de Paraguay subimos a la primera división, pero después bajamos de nuevo a segunda. Me separé del club casi seis meses, pero le dije al presidente que regresaría y levantaría otra vez al equipo... y así fue, lo alzamos otra vez a primera. No sé, siempre decía con anticipación cómo sucederían las cosas... y así sucedían.

¿Cómo era su relación con Enrique ‘Rambert’ Vera, seleccionado paraguayo que jugaba en Liga de Quito?

Tengo muchos recuerdos lindos con él; en su momento le dije a la directiva del América que si necesitaban un mediocampista, había un paraguayo que estaba en Liga de Quito, que hablen con él porque nos iba a ser de mucha utilidad. Ellos tuvieron contacto con él y lo llevaron al América. Creo que mi caso, como el de José Saturnino Cardozo, es de paraguayos que triunfamos en México y le abrimos las puertas a muchos compatriotas.  

¿Fue muy duro para usted la eliminación del América en la semifinal de la Libertadores de 2008 a manos de Liga de Quito?

Sí. Empatamos de locales, nos marcaron un gol y después empatamos en Quito 0-0 y quedamos eliminados. Una lástima, son cosas que pasan en el fútbol, pero hay que levantarse y seguir.

De su forma de celebrar los goles, ¿cuál es la que más le agradaba?

Siempre lo hacía de distinta forma, algunas veces bailando, otras veces sacándome el zapato, agitando los brazos. Era muy ocurrido, hacía un gol y se me venía una idea, nunca tuve una persona que me diga “celébralo así”, era lo que me salía en ese momento. Un festejo que causó muchas reacciones fue cuando me puse a bailar con el banderín. Lo hice porque la gente decía que salía mucho a las discotecas, que bailaba mucho. 

¿Qué fue lo más complicado de superar después del atentado?

Cuando le escuché al médico decir a mis familiares que yo no volvería a caminar, que iba a andar en una silla de ruedas. Me metí en la cabeza que debía volver a caminar y a jugar, aunque sea un tiempito, pero tenía que regresar al fútbol. Les dije a mis familiares que retornaría al fútbol, que no se preocupen, que iba a recuperarme al 100%. Hasta que me recuperé y volví a jugar otra vez.

¿Cuánto tiempo le tomó volver a dar el primer paso?

Los doctores se sorprendieron, fue después de seis meses, di mis primeros pasos apoyado en las muletas. Tiempo después les comenté a los doctores que no quería usar las muletas, me respondieron que debía usarlas porque de lo contrario no podría caminar. Un día, estando en la cama del hospital, me levanté, dejé las muletas a un costado y caminé solo. No había médicos, la única persona que me acompañaba era mi exseñora, quien siempre estuvo a mi lado.

¿Cómo están sus hijos, tienen afición por algún deporte?

A mi hijo también le gusta el fútbol, se llama Santiago, tiene 16 años y está en el Olimpia de Asunción. Me gustaría que juegue profesionalmente, es volante. Mi hija se llama Mía Ivón, ella nació en México, está entrenando tenis, tiene 12 años. Cada vez que me necesiten estaré a su disposición.

Usted volvió a vivir con sus padres, ¿qué cosa le gusta hacer con ellos?

A mí solo me gusta lo que cocina mi madre, tiene muy buena sazón, la comida paraguaya es la que más me agrada, como el borí borí de pollo. Mi mamá me ha cuidado siempre, estoy muy contento de vivir con ellos. Saludos grandes para mamá Basilia y papá Dionisio; los quiero mucho.

¿Se le ha pasado por la mente ser director técnico?

Estoy a cargo de todas las formativas del Deportivo Capiatá, espero dentro de poco manejar el primer equipo. Como técnico, cada uno tiene su forma de jugar, yo voy a tener mi estilo. El entrenador que más me ha marcado es Gerardo el ‘Tata’ Martino.

¿Quisiera que alguien escriba un libro sobre su vida?

Eso está a punto de venir; también una película. El libro lo están escribiendo en Paraguay y Argentina, hay gente a cargo de eso. La película la grabarán en Estados Unidos, hace seis meses fuimos a elegir al actor que hará mi papel, ahora están trabajando en el guion. Los productores eligieron al actor, no recuerdo el nombre, pero es estadounidense. (I)

Datos

Salvador Cabañas Ortega nació en Itauguá (Paraguay) el 5 de agosto de 1980. Se formó en el 12 de Octubre de su ciudad natal, donde debutó como profesional en 1998.

Además del 12 de Octubre hizo carrera en Guaraní, Audax Italiano (Chile), Jaguares (México), América (México), Tanabi Sporte Clube (Brasil) e Independiente (Paraguay). También actuó en la selección paraguaya.

Durante su trayectoria marcó 206 goles: 172 en torneos de liga, 24 en torneos nacionales y 10 con la Albirroja. Sus últimos dos tantos los hizo el 17 de enero de 2010 en la victoria del América 5-1 sobre San Luis.

El ‘Chava’ registró su último partido el 23 de enero de 2010, en la derrota del América 

2-0 ante el Morelia, en el estadio Morelos. El atentado lo marginó del Mundial Sudáfrica 2010 en el mejor momento de su carrera. 

Según el ‘Mariscal’, el 25 de enero de 2010, cuando estaba en una discoteca de México (Bar Bar); un hombre que dejó a dos guardespaldas para que vigilen la puerta del baño lo acusó de robarle a México y llevarse el dinero que ganaba a otro país. Le apuntó a la cabeza con un arma de fuego y le pidió un último deseo; luego le disparó.

El I Congreso de Motivación a través del Deporte se realizará desde las 08:30 de hoy en el hotel Marriott de Quito. Además de Cabañas, disertarán el extenista Andrés Gómez, el exatleta Gustavo Gutiérrez, el triatleta invidente Hernán Pichucho y los triatletas Roberto y Gabriela Espinosa. Las entradas cuestan $ 90, $ 100 y $ 110. (I)